Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Aunque ayudados por los jueces, los boxeadores venezolanos (derecha), han conseguido últimamente varios triunfos en casa frente a los cubanos. Foto: Wiston Bravo, ABN

Luego de quedar sin medallas por una de las controvertidas decisiones arbitrales durante los recién concluidos II Juegos del ALBA, el jovencito Alexei Collado se convirtió este jueves en uno de los finalistas del torneo Batalla de Carabobo, con sede en la ciudad venezolana de Valencia.

Esta vez, el peso mosca capitalino no dejó margen a las dudas sobre el ring y obligó al árbitro a detener el pleito debido a la superioridad demostrada sobre Jesús Martínez, representante de la urbe anfitriona.

Igual suerte no corrió Andry Laffita, quien una vez más quedó en el camino hacia el trono de los minimoscas, al ceder por 31-12 ante el también venezolano Kevin Betancourt.

Este tropiezo se une a los sufridos en la anterior jornada por el ligero Rosniel Iglesias y el ligero welter Richard Poll, víctimas de púgiles locales.

Aunque se habían anunciado 12 combates para el cartel, las noticias solo dan cuenta de siete pleitos. Entre los desenlaces más notables se encuentra el abandono del reconocido dominicano Juan Carlos Payano en su duelo de los 54 kilos frente a Héctor Manzanilla, uno de los cinco venezolanos que salieron airosos en la velada.

La mala fe de los jueces estuvo también presente en la gira de nuestro principal equipo por Europa, por lo que se infiere que el fenómeno sigue golpeando fuerte al boxeo.

Por ello se siguen buscando soluciones, y una de ellas pudiera ser un sistema desarrollado por el Instituto de Deporte australiano y los laboratorios de CSIRO (Commonwealth Scientific and Research Organisation), que a través de sensores ubicados en la ropa, los guantes y el protector, reconoce cada golpe válido y lo transmite mediante tecnología inalámbrica a una gran pantalla que pueden ver los espectadores.

El novedoso sistema ya fue presentado en Tailandia al nuevo presidente de la AIBA, el taipeiano Wu Ching-Kuo, quien abogó por comenzar a utilizarlo a la par de la máquina que registra los golpes de cada adversario.

Por lo visto, al menos hay esperanzas de que algún día se acaben los despojos.