Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Los habaneros volvieron la víspera al entrenamiento, en su parque Nelson Fernández. El receptor Danger Guerrero (derecha) estuvo en la primera línea.

Tal  vez Yulieski González, por aquello de los zurdos de Industriales; quizá Yadier Pedroso, cuyo rendimiento ha ido in crescendo: uno de estos hombres debe lanzar por La Habana, esta noche en el Latinoamericano, en la semifinal beisbolera de occidente.

Los vaqueros volvieron la víspera al entrenamiento, en su parque Nelson Fernández, y hoy lo harían nuevamente, en algún terreno capitalino.

Apostado detrás de la jaula de bateo, Esteban Lombillo seguía a pie juntillas cada paso de sus hombres. «Vencer a Pinar del Río fue un alegrón, pero nada se compara con aquel segundo lugar, hace dos años», nos dijo.

«Este equipo lleva mucho rato compitiendo bajo presión; desde que desarrollamos un tercio final poco feliz, y más tarde al enfrentar al favorito de muchos, Pinar del Río». Ese fue el comentario de Javier Gálvez, entrenador de pitcheo, al minimizar cualquier preocupación adicional sobre los hombros de sus tiradores.

Y es verdad que los habaneros clasificaron en detrimento de un elenco, Ciego de Ávila, que archivó cifras superiores de juegos ganados y perdidos. Pero su actuación ante Pinar del Río les confirió altas calificaciones en el play off de cuartos de final. Así, merecen estar aquí, peleando todavía.

Carlos Luis Soler, estadístico del equipo, nos pone ante la vista la faena de La Habana, cada día de la semana, durante los 90 encuentros preliminares:

Martes: Ganaron nueve juegos y perdieron siete, para un average de .245, con siete jonrones; sus lanzadores promediaron 4.20 carreras limpias, y la defensa .953.

Miércoles: 12-6, .263 y 2. Al campo, 1.83 y .979.

Jueves: 6-8, .271, y 6. A la defensa 3.39 y .969.

Viernes: 8-6, .270 y 7. En la lomita y con el guante, 3.83 y .973.

Sábados: 4-10, .244 y 6. Ante los bates contrarios, 5.06 y .981.

Domingos: 7-7, .277 y 6. Defendieron las ventajas con 3.08 y .958.

El primer tercio fue el mejor de los vaqueros, y les permitió clasificar, porque en lo sucesivo declinaron en su rendimiento.

Primeros 30 juegos: 17 victorias y 13 derrotas, con ataque de .275 y 13 vuelacercas. Sus tiradores lograron efectividad de 3.01 y sus guantes .966.

Juegos 31 al 60: 16-14, .258 y 14 batazos a la calle; a la defensa 3.07 y .965.

Juegos 61 al 90: 13-17, .251 y 7 cuatriesquinazos; como defensores, 4.36 y .975.

Su nombre, «traducido» al español, significa peligro. Y en eso, precisamente, se ha convertido el receptor habanero, Danger Guerrero.

—¿Cuáles han sido tus armas y las del conjunto?

—Buen entrenamiento, bateo a la «hora buena», mucha disciplina y la confianza de que sí podemos enfrentar a equipos que, en el papel, son superiores. Todos somos una familia y «halamos» parejo.

—En el primer juego del play off contra Pinar del Río sufriste tres puntos de sutura en la barbilla. ¿No pensaste en abandonar?

—Nunca pensé en ir al banco. El equipo me necesita en la receptoría. Este viernes me quitan los dos primeros puntos... y de ahí voy a ponerme los arreos para enfrentar a Industriales.

—Tras esa lesión, ¿hubo cambios en el entrenamiento?

—Sí. Para que el polvo del campo no me perjudicara, le he dedicado más tiempo a la práctica de bateo y al ejercicio con pesas.

—¿De qué jugadores de Industriales protegerás más a tus lanzadores?

—Hay que cuidarse de todos, aunque los zurdos Alexander Mayeta y Yoandri Urgellés están muy bien.

«Candelita» Iglesias jugará como titular en la semifinal con solo 17 años.

—¿Cómo llegas al equipo?

—Fui invitado a la preselección, después de asistir al Campeonato Panamericano de la categoría 15-16 años, en Venezuela, donde al igual que en otros eventos internacionales, me desempeñé como segunda base. Me aceptaron, pero el director Esteban Lombillo me ha puesto como short stop.

—¿Estás listo para jugar una semifinal contra Industriales a tan corta edad?

—Me siento contento, nunca presionado. Solo pienso en hacer bien las cosas. A mí me dieron la misión de defender, pero si puedo batear, mucho mejor. Ellos son los favoritos, pero vamos a dar batalla, pues tenemos mucho que ganar y muy poco que perder.

—En todo el país se comentó la sólida línea que le conectaste al pinareño Pedro Luis Lazo, en el quinto juego del play off. ¿Cómo recuerdas ese momento?

—Ese ha sido mi mejor batazo. Realmente, y aunque parezca increíble, yo estaba relajado. Empaté a dos carreras en el segundo inning, bases llenas... y Lazo en el box. Pero me propuse hacer contacto con la bola y lo logré. Así lo hacía mi pelotero favorito: Germán Mesa.