Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Muchos coinciden en que la ofensiva santiaguera debe inclinar la balanza a su favor. Foto: Alex Castro

Vean este pronóstico, de las cuatro series de cuartos de final, a cargo del holguinero Eric Williams Rodríguez:

«Pienso que el Habana bien le podría sacar un susto a Pinar del Río, toda vez que presentan en su staff monticular a dos zurdos de calidad: Yulieski y Argüelles.

«Es verdad lo mal que lucieron los pinareños en Holguín, ante los supersónicos envíos de la mano equivocada de Aroldis Chapman, y rompimientos de Luis Ángel Gómez, además de ser el de los vaqueros, un equipo combativo y que ganan el bueno. Si salvan el escollo que significa Lazo, se echaría abajo el favoritismo vueltabajero: 3-2 para La Habana.

«A SanctiSpíritus le falta mucha garra y en otras ocasiones, a pesar de tenerlas todas consigo, no han sabido ganar el bueno. Recordemos las temporadas 41 y 45, siendo la asignatura pendiente del mentor Gourriel; este año no debe ser la excepción. A los campeones solo se le aprecia algo de debilidad en su pitcheo relevista con relación al año anterior: 3-1, Industriales.

«Las Tunas recibió la congratulación de su ferviente afición y de todo el pueblo de Cuba, solo le resta dejar una buena imagen. Villa Clara debe superarlo por equipo, tradición y carácter. Si le sumamos que cuentan, según mi criterio, con el mejor director de la pelota cubana, estratega, ejecutor constante de todos los conceptos del béisbol moderno y conocedor al límite de cada uno de sus jugadores, esta serie se pinta naranja: 3-0 para Villa Clara.

«Santiago es mucho Santiago, con un pitcheo mejorado, una ofensiva encabezada por el mejor primer bate de la actualidad, el utility Ronnier Mustelier, e impulsadores de la talla de Ruiz, Meriño y Bell. Debe mayorear sin dudas a los agramontinos, quienes salvarán la honrilla si el mejor zurdo de la actualidad, Elier Sánchez, muestra su clase: 3-1, Santiago de Cuba».

Pero este amigo holguinero va más allá de la postemporada: «Me gustaría ver entre los preseleccionados nacionales al veloz Aroldis Chapman, devenido líder en ponches de la Serie Nacional (100), con una velocidad promedio actual entre 95 y 98 millas, y un muy mejorado control, considero que en la actualidad es el lanzador más rápido de nuestra pelota con apenas 19 años, 1.93 de estatura y capacidad de asimilar fácilmente 30 o 40 libras; debe, si se hace un trabajo cuidadoso con él, sobrepasar las 100 millas para la próxima Serie o tal vez vistiendo la franela nacional».

Otro remitente, Guillermo de la Rosa, desborda admiración por su coterráneo Osmani Urrutia:

«Seis coronas de bateo se dicen fácil y solo él lo ha logrado en la historia beisbolera de Cuba. El fornido leñador de Las Tunas falló 35 veces al bate seguidas en esta serie 46, caso insólito en él, y hubo un momento en que casi nadie podía pronosticar que se volviera a alzar con el título y lo logró. Todo esto a pesar del cansancio evidenciado en los peloteros de los equipos Cuba que no han dejado de jugar. El mismo Urrutia manifestó que le pesaban los brazos, pero aun así llegó primero por sexta vez.«Su técnica de bateo, dicen los expertos, es perfecta. Su tacto muy bueno y sabe dirigir la pelota para cualquier ángulo del terreno. Desprende mucha energía cuando va a batear, bufa como los toros, abre grande los ojos, se concentra, da saltitos en el lugar, pone el bate delante como midiendo la pelota, luego lo lleva detrás y se vuelve temible en home. A muchos tuneros nos gustaría que bateara más jonrones debido a su complexión física, pero es un bateador de líneas y roletazos fuertes, aunque la puede botar. Merece que se hable más del sencillo guajiro oriundo de Macagua 8, en Jobabo, Las Tunas.»

Pues ya se habla, Guillermo, también por boca de usted, que es otro entre nuestros conocedores lectores.