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Los capitalinos (de blanco) lucharon brevemente ante los hombres altos de Ciego. Foto: José Luis Anaya Lo que parecía un milagro, sucedió: Capitalinos derrotó anoche por segundo día consecutivo a Ciego de Ávila en la sala Cardín y empató sensacionalmente el play off final de la Liga Superior masculina de baloncesto, que ahora se decidirá mañana en el quinto y último juego.
Fue este el mejor partido de los cuatro que se han efectuado en la serie, tanto que se decidió apenas por dos puntos, 71 a 69, gracias a una canasta de Orestes Torres justo cuando sonaba la chicharra.
Ambos equipos se emplearon a fondo en la defensa, así que el choque se caracterizó por el roce constante y llegó a ponerse demasiado «caliente» en ocasiones, lo cual exigió mucho a los árbitros, quienes mostraron más personalidad y concentración que el resto de los silbantes que han intervenido en la final.
Seguramente, ustedes coincidirán conmigo en que las figuras del encuentro fueron Eliécer «el atómico» Lima, Alexis «el chino» Labastida y Rangel Ramírez, quienes marcaron 18, 14 y 12 puntos para la causa capitalina, además de luchar heroicamente en cada centímetro de la cancha.
Mas, destaquemos también la labor del técnico triunfador, Miguelito Calderón, quien nunca perdió la paciencia y diseñó un plan táctico exquisito que sus jugadores interpretaron al pie de la letra. Por su proyección y sus resultados, este hombre es uno de los mejores estrategas en la historia del baloncesto cubano.
Del lado de los «búfalos», para mí fue Andy Boffill el más virtuoso sobre el tabloncillo, con todo y las 26 unidades de Silvestre, quien no ha brillado en esta final. Y ojo con Haití y sus «trompones» debajo del aro, pues aunque este es un deporte de fuertes contactos físicos, el juego limpio debe prevalecer por encima de todo.
En fin, que el play off se ha vuelto loco y nos espera un final de mucha tensión. ¿Mi favorito? ¡Ni hablar! ¡Qué gane el mejor!
