Fanático a las arañas, Juan Pablo Orellana decidió hacer de su pasión un gran negocio. El agrónomo chileno tiene en su granja una gran cría de tarántulas grandes y peludas, que dedica a la exportación a países de Europa, Asia y Estados Unidos.
Por un precio individual de entre dos a 25 dólares (más gastos de envío) y con la única obligación de alimentarlas con cucarachas o gusanos vivos una vez por semana, cualquiera puede conseguir y mantener en su casa a una de estas tarántulas, que en el caso de las hembras pueden vivir hasta 25 años.
El negocio de Juan Pablo es exitoso, pues cada año exporta unas 30 000 tarántulas, que viajan en avión dentro de unas pequeñas cajas agujereadas y con un certificado oficial hasta su nuevo país de destino.