Jack, un pastor australiano, tiene dotes especiales. Hace poco su dueña, Nicole Lee, entretenida viendo una película, puso sobre la cabeza del can una caja de palomitas. Al percatarse de que la mascota se mantuvo firme como una mesa sin que su aperitivo volara por los aires, decidió entrenar al animal para que mantuviera en equilibrio cualquier objeto que no sea pesado. Hoy Jack es todo un malabarista: ha cargado desde una cámara de fotos hasta una pelota de futbol, y continúa desarrollando su talento. Según su dueña, aprendió a cerrar todos los cajones y armarios de la cocina y a abrir y cerrar la heladera.