Miroslav Svoboda, de Mutenice, República Checa, revistió toda su casa con corchos y la convirtió en un atractivo turístico. Comenzó su proyecto hace dos años con los tapones de sus propias botellas, pero enseguida sus vecinos y amigos empezaron a colaborar. Luego de todo el esfuerzo conjunto, Mutenice y varias ciudades lindantes ya incluyen la casa de Svoboda como destino obligado en sus tours. ¡Ahora a brindar!