Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Antes que ser asaltado, un taxista de la ciudad colombiana de Bucaramanga prefirió arrojar su automóvil a un abismo con el agresor adentro. Tras ser apuñaleado levemente por el ladrón y ante el temor de que este lo matase, el conductor, de 66 años, enrumbó el vehículo hacia el precipicio sin pensarlo dos veces. El automóvil quedó semidestruido y en su interior la policía capturó al malhechor, un adolescente de 16 años con antecedentes penales, que debió ser hospitalizado con fracturas y heridas. ¡Menudo botín se llevó el malandrín!

El fuerte olor a putrefacción que expedía el apartamento de un obrero en México provocó que sus vecinos lo dieran por muerto, pero cuando los servicios de rescate fueron a recoger «el cadáver», este se levantó asombrado por la interrupción de su «siesta». Así, los paramédicos descubrieron el cuerpo exánime del hombre, cuyos signos vitales resultaron negativos, por lo que fue certificado su fallecimiento. Sin embargo, el «difunto» despertó repentinamente con signos de deshidratación e hipotermia, causas de su inmovilidad durante tres días, en los que no dejó de realizar sus necesidades fisiológicas, razón obvia de su hedor. ¡Vaya, vivo y «perfumado»!

En Taiwán, una mujer llevó a su esposo a los tribunales para erradicar su manía de contarle historias de fantasmas en las noches porque le ocasionan pesadillas. En la denuncia consta que su marido regresaba borracho de madrugada y la traumatizaba relatándole cuentos macabros durante una hora, pese a que la mujer le pedía que se detuviera. Según la querellante, su cónyuge le citaba a personas que vieron figuras flotantes de vestimenta blanca y hallazgos de huesos humanos que habrían ocurrido cerca de la casa, lo cual le impedía conciliar el sueño después. ¡Por favor, denles una pastilla a ver si se duermen!