Otra vuelta de Calendario

Tras una conquista indiscutible de la audiencia cubana, la teleserie juvenil Calendario llega a su capítulo final. «Estos episodios constituyen una serie estremecedora»… «Recordaremos a la profe Amalia por mucho tiempo»… «Calendario nos deja múltiples enseñanzas; una de las más contundentes ha sido sobre el perdón»…

Líneas como estas se repiten en las redes sociales, donde espectadores de todas las edades confluyen para intercambiar impresiones sobre el producto en pantalla. Al finalizar cada capítulo, el efecto en Facebook, Twitter y grupos de WhatsApp es inmediato: comienza la tormenta de posts, reacciones, comentarios y debates sobre el qué ha pasado hoy.

«La retroalimentación ha sido hermosa, las opiniones, las felicitaciones. Ver a las personas salir en busca de poemas para publicar en sus perfiles, paga con creces tantas horas de trabajo y de incertidumbre por el resultado final», dice al respecto el guionista Amílcar Salatti.

Ahora las expectativas de los consumidores están puestas en lo que vendrá. «Esperando con ansias la segunda temporada», escriben los espectadores-usuarios en las redes.

Como se ha anunciado, marzo abrió con la producción de la esperada parte dos y JR ha conseguido detalles exclusivos sobre lo que está «cocinando» este maravilloso equipo de realizadores y artistas.

En modo tráiler

«Calendario (2) conserva los personajes, cuyos intérpretes pudieron seguir con nosotros. Por desgracia algunos actores tenían compromisos de trabajo ineludibles. Hay una elipsis de un año en la historia: ahora están en onceno grado. Regresan los conflictos que quedaron abiertos y otros que serán tratados con mayor profundidad», revela Magda González Grau, directora de la telesiere.

«Se conserva la esencia, el concepto de la serie», nos cuenta también Amílcar Salatti. «Hay historias nuevas y otras se mantienen. Los nuevos (alumnos y profesores), traen conflictos diferentes y también aparecen padres que en la primera temporada no se vieron».

Al parecer algunos de los personajes con los que el público mostró mayor empatía abandonan la aventura. «Nos dejan Maiquel, Maritza, Beatriz y Javier. Estos son sustituidos por Natalia, Isabel, Gustavo y Michel. Natalia e Isabel son youtubers con características diferentes, Gustavo es un muchacho demasiado materialista y ostentoso y Michel es un rapero simpático, pero que toma todo a la ligera», adelanta Magda González.

Cuenta además que al elenco de adultos se incorporan «los padres de Leonardo, el padre de Melisa, la abuela de Inés, la madre de Gustavo, otro padrastro de Orestes, nuevos profesores y un nuevo amor para Amalia.

«En general los nuevos son personajes muy fuertes, con conflictos agudos y hemos tenido que convocar a excelentes actores para interpretarlos», destacó.

De la nueva historia

En un repaso, de prisa, de lo que ha puesto en debate la primera entrega de Calendario, encontramos polémicas asociadas a los métodos y prácticas pedagógicas en las escuelas cubanas, el bullying o acoso, el fraude escolar, la adicción al sexo y a la tecnología, el racismo, la homofobia, las diferencias sociales, la emigración y familias disfuncionales, entre otras tantas que han suscitado la reflexión oportuna en los televidentes.

Según Amílcar Salatti, «hay temas que se quedaron en el tintero porque el diseño de estructura no permitía profundizar. Ahora creo que vamos un poco más allá y se tocarán temas como las drogas, peligro de las redes, las relaciones abiertas, y nos metemos más en la “candela” con otros que ya vimos en la primera.

«Aunque estaba sugerida la discriminación racial, aquí se hace más manifiesta, y con respecto a la diversidad sexual tocamos la bisexualidad y la homosexualidad en dos personajes femeninos», agrega González Grau.

De acuerdo con ambos realizadores, la nueva puesta de Calendario teje sus historias desde personajes que han crecido durante la serie, en edad y madurez. De ahí que varios de sus problemas alcancen mayor complejidad. «Son muchachos que empiezan a independizarse y tomar decisiones propias», explica Salatti.

«En esta temporada Amalia enfrenta a jóvenes más maduros para bien o para mal, y su posible influencia implica más inteligencia y el uso de herramientas pedagógicas más estilizadas», subraya la Directora.

Huellas y expectativas

Calendario (1) deja el listón alto a sus hacedores, pero también una impronta en el público, que agradece la puesta en marcha de una segunda aventura junto a la tropa encabezada por la profe Amalia.

Ante el cuestionamiento sobre lo que pudo ser diferente en esta parte que finaliza, el guionista Amílcar Salatti señala que «siempre uno encuentra defectos en lo que hace. Hay capítulos a los que me hubiera gustado darles más ritmo, temáticas que tal vez solo las toqué de pasada, personajes que al verlos en carne y hueso me arrepentí de no haberlos explotado más… Ahora intento desquitarme y superar la primera temporada. El público dirá».

Por su parte Magda González asegura que «si la serie ha tenido ese impacto, no cambiaría nada en ella. Fue una presentación que funcionó.

«Como dos personas que acaban de conocerse, tenemos la oportunidad en la segunda de ir más allá… esperando que esos públicos no rechacen lo que se quiere decir y que la serie siga logrando empatía», confiesa.

Melisa (Anel Perdomo) y Gustavo (Jomy Marull), uno de los personajes nuevos, en el preuniversitario.Foto: Cortesía de Magda González Grau.

Ante una audiencia voraz y exigente, el encargo de devolver un producto que despierte las mismas emociones, quizá otras nuevas, y que además supere su propia marca, resulta una tarea de rigor y cuidado.

Romper el mito sobre las segundas partes y sus infortunios es ahora propósito y deber de quienes ya han regalado un espacio maravilloso para la reflexión y el entretenimiento.

«Claro que es un riesgo quedarse por debajo. Por eso estamos trabajando duro. Amílcar escribió ahora 12 capítulos excelentes, como siempre, pero todos, los actores y nosotros, sentimos que son más intensos», afirma González Grau.

«Eso lleva más exactitud en el tono, más discernimiento en la selección de la puesta en escena. No podemos equivocarnos y estamos cuidando la dosis exacta de la emoción para evitar el desborde. Eso es muy difícil, pero estamos atentos.

«El éxito que ha tenido esta temporada nos gusta mucho, pero al mismo tiempo nos asusta, porque significa un compromiso tremendo. La única fórmula que conocemos para poder seguir es trabajar con el mismo rigor y profesionalidad. Eso estamos haciendo ahora mismo», destacó.

Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana