El hombre desde nuestra insularidad

El mar, la insularidad, el amor y el orgullo de ser cubanos están en el hilo que une a los miembros del grupo Art Caimán: un colectivo de artistas visuales que como grupo recién empieza caminar, por esa necesidad que han sentido de dar a conocer sus obras de conjunto, y en igualdad.

Invitación a la Exposición ArtCaiman.

Sin temor a la competencia que pudiera constituir el paralelismo con el programa de la 14 Bienal de La Habana y pensando, incluso, que la celebración del trascendente evento podría favorecerlos, los creadores de Art Caimán se «estrenan» como ente el 15 de febrero, a las cinco de la tarde, en la galería L, cuando se inaugurará su exposición Con ojos de piedra y agua.

Siendo un grupo de artistas diverso en su estilo y en los géneros que abordan, la muestra constituirá también un escenario disímil y abarcador que tendrá, no obstante, denominador común en su mirada al hombre como centro de la sociedad de hoy, a partir del apego a la insularidad que caracteriza al pequeño conglomerado de ocho artistas, unidos también por la amistad.

La fotografía, el grabado, la escultura, la pintura, el dibujo y la performance son sus formas de expresión, con modos que pueden ir desde la abstracción hasta el realismo.

Eliseo Valdés Erustes, autor de más de 20 esculturas emplazadas en Cuba, Venezuela, España, Japón y México, funge como una suerte de coordinador del colectivo que integran también Jorge Hidalgo, Nadia María García Porras, Orlando Rodríguez Barea, Evelio Toledo Quesada, Isolina Limonta, Daniel Ortega Beltrán y Belkis Martín Mateo.

—¿Por qué Art Caimán decide darse a conocer ahora?

—Las ideas tienen su momento de madurar; luego de un año y medio aproximadamente de conformado el grupo, creo que estamos en condiciones de exponer de conjunto, de dar a conocer cómo se ven nuestras obras en colectivo, pues individualmente ya todos hemos tenido un buen cúmulo de exposiciones donde expresar nuestras poéticas artísticas, nuestras maneras de abordar el hecho artístico.

—¿No temen a la «competencia» que representa el hecho de que su muestra coincida y tal vez emule con las organizadas en el marco de la Bienal de La Habana?

—No es el ánimo de Art Caimán competir, ni hay temor; solo es una coincidencia que inauguremos en fechas en que transcurre la Bienal de La Habana, y quizás esa coincidencia lejos de afectarnos nos favorezca en la diversidad de público que pueda acceder a nuestra propuesta.

—Uds se unen luego de una obra individual hecha. ¿Por qué deciden conformar un grupo?

—Es común unirse en tiempos como los que estamos viviendo. Hemos decidido nuclearnos en esta suerte de cofradía artística donde nos ayudamos de mil maneras para lograr nuestros objetivos individuales y colectivos.

—¿Cuáles son esas coincidencias y necesidades que, según las palabras del catálogo de Con ojos de piedra y agua, les unen? ¿Cuáles son los conceptos creativos comunes?

—Nos unen la entrega a nuestro arte, que se ha convertido en nuestra manera de vivir, la investigación artística; conceptualmente no nos une una plataforma estética común, cada quien tiene su concepto y su producción que lo identifica, cada uno tiene su historia y trayectoria artística. Nuestra unión es por afinidades muy sutiles; es, ante todo, un homenaje a la amistad.

—¿Cuál es el hilo conductor que enlaza la diversidad de géneros y estilos que Uds. representan?

—El mar, la insularidad, el amor, el orgullo de ser cubanos más allá de posturas políticas, la necesidad de dar a conocer de conjunto y en igualdad nuestras obras.

—Tanta heterogeneidad ¿no ha resultado un hándicap al propósito de formarse como grupo?

—Nuestro proyecto como grupo es asumir y promocionar de conjunto nuestras obras; la diversidad, lejos de ser un obstáculo, es una condición.

—¿Cuáles son sus planes inmediatos y a largo plazo?

—Nuestros planes inmediatos, esta primera exposición como grupo, que consolida nuestro propósito de promocionar nuestro arte; en el futuro también inmediato está nuestra promoción internacional.

«Pero también queremos dignificar las obras de nuestros artistas y alejarnos de mercados inapropiados».