Brayan Álvarez es el nuevo director de la orquesta fundada por el Premio Nacional de Música, el maestro Adalberto Álvarez. Autor: Maya Quiroga Publicado: 23/11/2021 | 07:36 pm
Tiene apenas 22 años. Todavía cursa el segundo año de piano en la Universidad de las Artes y cual Atlante de la mitología griega carga sobre sus hombros todo un mundo, pero el suyo está lleno de son y de cubanía.
Brayan Álvarez es el nuevo director de la orquesta fundada por el Premio Nacional de Música, el maestro Adalberto Álvarez.
Para el joven instrumentista constituye un gran orgullo asumir la responsabilidad que le encargó su padre tiempo antes de su partida física.
«Asumo con alegría que mi papá haya decidido que fuera yo el indicado para que continuara con su legado, con una obra tan grande, de toda su historia, toda su trayectoria y lo que representa, pero a la vez con mucha tristeza porque realmente no hubiese querido esto ahora».
Brayan explica que su progenitor había pensado en jubilarse dentro de un año.
«Se veía entero, pero casi tenía 73 años. Siempre hubiese querido que llegara este momento, pero teniéndolo a mi lado, primero que todo porque es mi papá y es el sentimiento que uno tiene.
«En segundo lugar porque es lindo que él me hubiera podido ver crecer y preguntarle qué opinaba de lo que hago. Lamentablemente no puede ser así y ahora lo que nos queda es trabajar bien duro para que dondequiera que él esté siempre se sienta orgulloso de mí».
Confiesa que Adalberto era un fanático del piano y se quedaba maravillado al escuchar la música clásica, brasileña y el jazz
«Salíamos de los conciertos y mi papá encendía el radio para escuchar esas sonoridades. Nos íbamos tranquilos para la casa. Por eso su música tiene tantas influencias en la manera de orquestar.
«Desde que yo era pequeño él vio que me podía desenvolver bien con el piano clásico. Tuve el honor de ganar en todos los concursos donde participé. Él vivía feliz y orgulloso de mí», dice.
El pianista revela que su padre deseaba verlo formarse en la música clásica, pero él ya había definido el camino que debía seguir y le respondía así:
«Papá, es culpa tuya, que me pusiste el son en la sangre. A mí lo que me gusta es esto. Lo disfruto, pero no me veo trabajando dentro del jazz ni la música clásica. Donde me veo es aquí, en la orquesta, contigo».
Hace cerca de dos años Brayan se sumó a la agrupación del Caballero del Son. Se trata de una orquesta familiar integrada por una estirpe de soneros: sus hermanas Jennifer (cantante) y Dorgeris (pianista), su tío Luis (timbalero) y su sobrino Andy en el güiro.
«Aquí vamos a trabajar a capa y espada como si Adalberto Álvarez estuviera vivo. Hay que mantener el sello de esta orquesta. No se puede estar inventando. Vamos a respetar todos sus patrones y a mantener su estilo», asegura.
Homenaje sonoro
Este 22 de noviembre el autor de El son de la madrugada hubiera cumplido 73 años. Para celebrar su nacimiento Brayan compuso un tema donde le rinde tributo al marcado estilo sonero de la orquesta, fundada en 1984.
Pasado, presente y futuro lleva por nombre la primera composición del hijo del mítico compositor, arreglista y director, que fue presentada en forma de single bajo el sello Bis Music. La canción ya se encuentra disponible en la plataforma digital Sandunga y el canal en YouTube de la disquera.
Nueva producción discográfica
Adalberto no le cortó las alas a su hijo y pudo verlo realizar la producción del nuevo fonograma de la agrupación que aún no ha salido al mercado.
«Este disco se llama Segunda vuelta. Es bien bonito en cuanto al trabajo musical que se hizo en el mismo. Mi papá me puso a escuchar muchas obras de tiempos remotos de los inicios de Adalberto con Son 14.
«Se trataba de rescatar esa música de hace 35 o 40 años, con temas que fueron hits y otros no tan conocidos y poderlos llevar a la actualidad con mi manera de ver la música, los arreglos y la calidad de las grabaciones de hoy. Creo que a la gente le va a gustar mucho».
Según adelantó Brayan en este álbum participan como invitados Gilberto Santa Rosa, Mayito Rivera y Jorge Luis Rojas «Rojitas».