Nelson Serrano. Autor: Cortesía de los Estudios de Animación del Icaic Publicado: 21/09/2017 | 06:54 pm
Las fábulas, atribuidas en su mayoría al autor griego Esopo, pertenecen a ese grupo de historias que influyen en la orientación de nuestra brújula social, la cual nos permite diferenciar lo correcto de lo erróneo, al bien del mal.
Fotograma de la serie Fábula.
Quién no recuerda el cuento de la rana que de tanto beber agua, para hinchar más y más su torso, terminó por explotar; quién no ha emprendido una empresa más consciente de sus potencialidades, conociendo que una vez una tortuga demostró a un conejo que la inteligencia y la modestia podían más que la presunción.
Esas y otras narraciones, que forman parte de nuestro imaginario colectivo, han llegado nuevamente a la pequeña pantalla para disfrute de los más pequeños, con la serie Fábula, de los Estudios de Animación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), y que se estrena por estos días en nuestra televisión, como regalo por la Semana de la Victoria.
El director y guionista de estos «muñequitos» es el joven realizador Nelson Serrano Rubio (La muñeca negra, La hazaña de Troc), quien explicó a JR que inició su formación en los cursos de Caricatura e historieta que convocaba la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), hasta que en 1997 comenzó a trabajar en el Icaic.
Esta vez, el talento y la dedicación probados de Serrano Rubio posibilitaron que los Estudios confiaran en Fábula, serie que tiene como protagonista a un grupo de animales que han quedado náufragos en una isla donde se enfrentarán a situaciones de conflicto que resolverán mediante el relato de cuentos, según nos informó.
—¿Por qué decidiste realizar una serie inspirada en fábulas?
—Siempre me han gustado, aunque de ellas se han hecho muchísimas versiones. En mi caso quise contarlas de una forma diferente, en la cual los animales fueran los que narraran sus propias historias.
«Ya con una idea más sólida de lo que quería hacer reuní al equipo. Traté, en primera instancia, que compartiéramos la misma manera de pensar, los mismos gustos. Tal fue el caso del director de arte Jorge Pentón, quien siempre da en el blanco con lo que quiero. También se sumaron al colectivo de trabajo: Maykel Delgado, como director de animación; en la fotografía Halim García y Onelson García; en el sonido, Jorge Guevara; en la música, Rafael Guzmán, y en la composición de imagen, Dagmar Lorenzo».
—¿Cuáles son las moralejas que se proponen en Fábula?
—Son diferentes en cada capítulo, dependen del problema que afronten los animales en la isla. En el primer episodio, por ejemplo, se habla del complejo de superioridad; en el segundo apostamos por la idea de no despreciar a los demás por ser diferentes; en el tercero tratamos la cuestión de la avaricia, y así sucesivamente.
—¿Qué te motivó a llevarles un mensaje didáctico a los niños?
—Siempre es bueno hacer proyectos que de alguna manera influyan en el comportamiento y en la forma de pensar de los niños, más en un mundo plagado de falta de educación cívica, de cultura, en tiempos en que se difunden canciones con letras violentas, con un lenguaje ofensivo; un tipo de música que está en las calles, en las escuelas, en los cumpleaños, y nuestros niños las repiten muchas veces sin entender el contenido y hacen suyos maneras de actuar que se alejan de los valores que conlleven a que una sociedad sea más equilibrada y justa. Y el audiovisual puede incidir favorablemente en ese sentido sobre los pequeños.
—La visualidad es un aspecto importante para comunicarse con los niños. ¿Cómo concebiste los personajes?
—Trato de mantener mi estilo y también de ver las tendencias actuales que más funcionan en la animación, como por ejemplo, el empleo de la línea gruesa en los personajes, que gusta mucho a los niños pequeños, y los colores vivos que les llaman la atención.
—¿Cuáles son las temáticas que quisieras tratar en un futuro?
—Me gustaría realizar un animado que trate temas ecológicos, sobre la protección a la fauna y la flora. Pero no quisiera que fuera en tono de «teque» o de «muela», sino de una forma entretenida, que guste a los niños, donde aparezcan extraterrestres, animales fantásticos, monstruos y otros seres ficticios que a los pequeños los emocionan tanto.