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La trascendencia del personaje Charlot, que el genial humorista Charles Chaplin diera vida a través de sus películas, se hace evidente en la muestra Chaplin diverso, que se exhibe en la biblioteca del Museo Nacional de Bellas Artes (Edificio de Arte Cubano), como parte del Festival Chaplin que se celebra en la capital.
Cientos de objetos como lobby cards, ceniceros, navajas, juguetes, dedales, relojes, estampillas de correo, partituras musicales y hasta corbatas, se apropian de la icónica figura del vagabundo de El chicuelo, y declaran de igual modo la admiración por su autor, de quien también se exponen portadas de revistas y libros relacionados con él.
Todos pertenecen al coleccionista australiano Paddy McDonald, quien además trajo a la Isla numerosos carteles de gran tamaño, que acompañaron la exhibición de las películas de Chaplin por todo el orbe y que se pueden apreciar en el Centro Cultural Fresa y Chocolate, y en el vestíbulo del cine Chaplin.
De igual manera, a la entrada de Bellas Artes, se exhiben carteles realizados por diseñadores cubanos como Eduardo Muñoz Bach y Rafael Morante, que evidencian la repercusión en la Isla del notable actor y director de La quimera del oro y Tiempos modernos.
