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Hacía rato que no vivía la extraña pero gozosa sensación de descubrir que, de repente, no podía dominar mis pies. De sentir que algo casi sobrenatural los obligaba a compasar con la cubanísima música de Manolito Simonet y su Trabuco.
Así de sabrosa sonaban aquellas composiciones vestidas de pura guayabera, con olor perenne a fino son, y colmadas de ocurrentes estribillos que todos repetíamos haciéndonos cómplices de este musicazo y su tropa, quienes quisieron congratularnos por los 49 años de Juventud Rebelde. De modo que dejé de «resistirme» en cuanto comprendí que lo más sensato era lanzarme hacia la pista, repleta como estaba de mi gente ya «victimizada», y estar dispuesto a dejar allí mi esqueleto si les daba por interpretar los muchos éxitos reunidos en 13 formidables discos.
La «suerte» nuestra fue que el pasado sábado la popular orquesta tenía otros dos compromisos y únicamente nos pudo regalar poco más de una hora, aunque ni en tales condiciones Ricardo Amaray se reservó nada. Acudió a esa voz suya de auténtico sonero y echó mano a su sobrada simpatía para meternos de una vez en su bolsillo.
Se la «jugaron» porque no solo nos hizo bailar con himnos como Marcando la distancia y Locos por mi Habana, sino que también nos dejó supersatisfechos con la forma en la que suenan dos magníficos estrenos: Si te mentí y Tú de qué vas, los cuales completan los 12 temas del nuevo CD Llegó el Trabuco, ahora en medio del proceso de mezcla y masterización, y que deberá presentarse en diciembre próximo.
Luego nos tuvo que dejar con ganas, porque le tocaba cumplir con los compromisos de ese día, para entonces poder partir tranquilos hacia Santiago de Compostela, España, para participar, por los 20 años del Trabuco, en la vigésima edición de la Womex (World Music Expo), la feria de música más importante del mundo.
Sí, por encima del nivel, como la Sandunguera, iniciaron los festejos de JR por su primer medio siglo de vida, que cerrará el 21 de octubre de 2015. Tanto, que este martes la familia de la UJC, encabezada por su primera secretaria, Yuniasky Crespo Baquero, vino a darnos el necesario y caluroso abrazo, mientras Lázaro Miranda (Laz) se dio el lujo de inaugurar su exposición personal Foto Visa en la que, gracias a sus impresionantes óleos, nos pudimos reconocer muchos para quienes este diario representa nuestra querida casa.
