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El jardín de unas especiales abejitas

La compañía infantil de teatro La Colmenita se despidió de la ciudad de Santiago, después de dejar el néctar de la esperanza en lugares como Palma Soriano, El Caney, Chicharrones, San Luis, El Cobre, Mella, Siboney, Cayo Granma y el centro urbano Abel Santamaría, entre otros

Autores:

Dayron Chang
Eduardo Pinto Sánchez
Alexis Castañeda Borys

SANTIAGO DE CUBA.— Estas abejitas, a diferencia de otras, no buscan el jardín con las flores más hermosas y las mejores condiciones para polinizar las plantas; por ello, volaron entre carreteras y caminos hasta llegar con su Expedición Sanadora a poblados, parques y plazas de Holguín y Santiago de Cuba, para atenuar espiritualmente las secuelas dejadas por el ciclón Sandy en estos territorios.

En la tarde del 28 de diciembre, en el polígono de la Ciudad Escolar 26 de Julio, antiguo Cuartel Moncada, se despidió de la ciudad de Santiago la compañía infantil de teatro La Colmenita, después de dejar el néctar de la esperanza en lugares como Palma Soriano, El Caney, Chicharrones, San Luis, El Cobre, Mella, Siboney, Cayo Granma y el centro urbano Abel Santamaría, entre otros lugares.

Para su director, Carlos Alberto Cremata, visitar Santiago de Cuba después de que un ciclón dejara sus profundas huellas, era una experiencia significativa: «Estar aquí es una enseñanza. Los santiagueros dan un ejemplo de heroicidad. Cada cubano de la Isla los abraza en un momento como este. La Colmenita libra esta batalla hermosa de compartir con los hermanos de acá, pero también cada presentación nos enriquece desde el punto de vista artístico y educativo».

Todavía los personajes del Meñique eternizado por Martí en La Edad de Oro juegan traviesos entre los sueños y fantasías de los niños santiagueros, mientras la música de Adalberto Álvarez y de los Van Van fue redescubierta por pequeños y adultos a partir de la magia y el amor con que el elenco suele motivar cualquier auditorio.

En cada obra se destacó el movimiento escénico de sus noveles actores, así como la excelencia y fluidez de los parlamentos, a pesar de trabajar en escenarios improvisados en la mayoría de los casos, y sin las condiciones escénicas y acústicas de un teatro.

Fomentar valores humanos a través de la creación artística en espacios comunitarios es una manera de formar el buen gusto y el amor por la cultura. Se propicia, además, el desarrollo de habilidades musicales y la participación activa de los niños en la sociedad. Estas pueden ser las huellas más significativas del paso de La Colmenita por estas tierras.

Justo antes de concluir esta gira, Carlos Alberto Cremata compartió con este diario los planes de la compañía para el 2013. «Ya desde el 3 de enero comenzamos a trabajar; estamos muy embullados y tenemos todos los deseos y los recursos para iniciar un proyecto audiovisual muy ambicioso, sin abandonar la actividad teatral de la compañía.

«La experiencia que vivimos con la obra Abracadabra, que fue presentada aquí en Santiago, y muy bien acogida en Cuba y en Estados Unidos, nos convenció, sobre todo a partir del documental maravilloso que nos realizara Roberto Chile, de que a través del audiovisual pudimos ser más útiles a la causa de los Cinco y a Cuba. Lo que podemos conseguir con una representación en el teatro, que llega a cientos o a miles de personas, multiplica su eficacia a través de esta vía.

«Por ello nos dedicaremos a realizar videoclips donde los niños de La Colmenita interpretarán canciones de la trova tradicional cubana: Matamoros, Sindo Garay, María Teresa Vera, Corona y muchos más. Estos serán videos que contarán historias cercanas a los niños; videos simpáticos con dos objetivos: por una parte homenajear la mejor música que en mi opinión se ha hecho en Cuba (la música sagrada de nuestros abuelos); y por otra, contribuir a que no se sigan tapando las venas por donde corren esas melodías, que están siendo opacadas por lo que Abel Prieto llama “chatarra cultural”».

Para el 2013 anuncian, además, el estreno de un espectáculo dedicado a la historia del repentismo en Cuba. Y sobre el espectáculo dedicado a la vida de Frank País, que anunciaron en su anterior visita a la Ciudad Heroína, Cremata destacó que la misma grandeza del héroe es la que ha aconsejado extender en el tiempo su culminación.

«Esta propuesta se está convirtiendo en el espectáculo cumbre de la compañía, se ha demorado porque cada día encontramos cosas más asombrosas. Acá hicimos una investigación, los niños y yo, y descubrimos en el barrio de Frank que él y Josué formaban parte de una pandilla conocida como La Esquina. Así han ido apareciendo otros testimonios y materiales tan ricos, que nos han aconsejado un poco de paciencia para que sea una obra tan grande como merece ese hombre a quien el mismo Che llamó un ser humano superior cuando lo conoció, apenas en la fugaz visita de Frank a la Sierra Maestra».

Sobre su vivencia en este territorio precisó: «La lección más grande que nos dejó el 2012 la recibimos de los santiagueros. Vinimos con una Expedición sanadora a intentar curarlos, y resulta que ustedes son los que nos han sanado con su actitud firme, su entusiasmo y su alegría».

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