Fotograma de la película cubana "El Benny". Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:01 pm
Las nuevas tecnologías aligeran el peso de producción para el cine cubano joven, pero también necesitan de talento, sensibilidad y conocimiento, indicó este sábado Jorge Luís Sánchez, quien presentó su filme "El Benny" en esta capital.
Hay una posibilidad con el desarrollo de la tecnología digital que hace que tengamos más acceso a cámaras y computadoras donde se puede editar y, en la medida que tenemos más acceso, podemos soñar y sacar a la luz al director que llevamos dentro, afirmó.
Hace unos años, los aparatos para realizar largometrajes eran inmensos, mientras que en estos momentos se pueden hacer cosas hasta con un teléfono móvil, declaró Sánchez a Prensa Latina.
Sin embargo, lo que no cambia es la necesidad del conocimiento, la sensibilidad o el talento para hacer o lograr expresarte a través de esos recursos y producir algo de valor, estimó.
En Cuba, con la introducción de las nuevas tecnologías, tanto jóvenes como cineastas de otras generaciones aprovechan esos recursos.
Nosotros contamos con una industria cinematográfica que posee una difícil situación financiera y muchas de las nuevas tecnologías permiten reducir los costos, explicó el cineasta.
Por otro lado, indicó que por el momento hizo una pausa en la preparación de una película musical, cuyos detalles se reservó.
Al mismo tiempo, admitió que participa en la conformación del largometraje "Amores prohibidos", con la participación de cinco directores, cada uno con una historia corta diferente.
Preparamos condiciones para filmar a partir del año próximo y quizás contar con ese largometraje para el 2012, señaló.
Se trata del trabajo de cinco directores sobre una historia de las cinco décadas de la Revolución, apuntó.
De esa forma, Enrique Pineda Barnet, se encargaría del relato correspondiente a la década de 1960, Juan Carlos Tabio a la de 1970, yo a la de 1980, Fernando Pérez a la de 1990 y Juan Carlos Cremata a la primera década del siglo XXI, adelantó.
Sánchez destacó la importancia de la semana de cine cubano en Rusia, durante la cual ya se exhibieron "Fresa y Chocolate", "El Benny" y "la Bella de la Alhambra", mientras el público disfruta esta jornada de "Hasta cierto punto" (1983), de Tomás Gutiérrez Alea.
He estado en varios países, pero aquí me he sentido como en casa, aún pese a la gran diferencia de culturas e idiomas entre nosotros. Además, sentimos un calor, un cariño y un respeto del pueblo ruso que es realmente impresionante, confesó.
El hecho de que los lazos se hayan podido retomar y ver a tanta gente joven asistir a la muestra, en lugar de convertir la semana en un cine de nostalgia, nos alegra realmente, sobre todo, asistir a este reencuentro de culturas, afirmó.
Creo que con los estudios Mosfilm se pueden hacer varias cosas, porque hay muchas historias en Cuba que para contarlas de ninguna forma se puede borrar a los soviéticos.
Por toda esa historia acumulada y que nos une, es necesario realizar eventos como el de esta semana no sólo en el cine, sino también en música y en ballet, en fin todas las artes, consideró.