Armando Suárez del Villar, figura esencial para la historia de las tablas en Cuba, acaba de ser reconocido como Premio Nacional de Teatro 2010, según las consideraciones de un jurado presidido por José Milián y que valoró otras ocho nominaciones, provenientes de 32 instituciones.
Además de Milián, Alina Rodríguez, Carlos Repilado, Xiomara Palacio, Iván Camejo, Bárbara Rivero y Patricio Word decidieron que Suárez del Villar fuera el elegido entre los hermanos Nelson y Nicolás Dorr, Freddy Artiles, Adria Santana, Fátima Patterson, Ramiro Herrero Beatón, Roberto Fernández y Francisco «Pancho» García.
Según el jurado, el responsable de recordadas puestas en escena como Baltasar, La hija de las flores, Santa Camila, El becerro de oro y la ópera trova Donde crezca el amor, por solo mencionar algunas, es «nuestro más aristocrático teatrista», avalado, además, por una larga y brillante trayectoria, en la que destaca su labor como investigador.
Se enfatizó, asimismo, su preocupación por el desarrollo del género musical, por la protección y apoyo al humor y a su Centro Promotor, además de su quehacer como formador de varias generaciones de artistas escénicos desde su labor, por años, en el Instituto Superior de Arte.