La primera exposición de artes plásticas que realizan los artistas residentes en los barrios La Ceiba, La Güinera y Pogolotti —tres de los más populares, y célebres de la capital cubana— da la impresión de que el río Almendares, en cuyas márgenes surgieron estas localidades hace muchos años, se ha metido dentro del Hotel Neptuno-Tritón, en Miramar.
Precisamente bajo el nombre de Todo Almendares fue inaugurada en la tarde de este viernes, y se mantendrá en los salones de esa instalación turística hasta el 29 de marzo, cargada de asombros en las imágenes, dibujos, pinturas, esculturas, colores y sorpresas.
Son 190 obras de 76 autores (profesionales unos, autodidactas otros), pero todos talentos que muestran y portan visiones y sensibilidades de diferentes calibres, unidos sin ataduras en el lema Engrandecer la fértil vida cultural de nuestros barrios.
La impresionante muestra que gusta y hace pensar de un solo golpe de vista por sus insinuaciones y sugerencias, más que por lo que dice, representa el espíritu creador de personas diferentes.
La expo fue organizada por instituciones como el Parque Metropolitano de La Habana, los Talleres de Transformación Integral del Barrio (TTIS), la Organización No Gubernamental italiana Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos (CISP) y el propio Hotel Neptuno que ahora los acoge.
La colega Marina Menéndez calificó la expo de «una verdadera fiesta para dar a conocer las creaciones plásticas de gente de barrio».
Julia Cedrón, especialista de Relaciones Públicas del hotel, elogió el proyecto de arte comunitario del Programa Barrios Sostenibles en el Área de la Cuenca Almendares-Vento. Y Agustín Vilafaña, vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Artistas Plásticos, hizo constar que siempre hay posibilidades de crear en beneficio del ser humano.
Exposiciones de esta calidad —la más grande de artistas comunitarios— ayudan a ser más espirituales y a respirar mejor, apuntó Paola Largui, representante de la ONG italiana CISP.
En la apertura de la muestra actuó el grupo de Teatro Espontáneo, dirigido por Mario Flores, de unos diez jóvenes. Con acciones plásticas de sus cuerpos y palabras improvisadas mostraron sentimientos expresados por algunos de los presentes.