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El maestro Frank Fernández. Foto: Roberto Suárez El maestro Frank Fernández volverá a interpretar a Mozart, pero esta vez en formato de cámara. Para dicho concierto, el consagrado músico cubano ha invitado a participar a la cellista Alina Neira, al joven violinista Fernando Muñoz y a Anoland González, quien ejecuta la viola. Para lo ocasión, los cuatro han escogido un especial cuarteto de cuerdas del célebre compositor, bautizado como el genio de Salzburgo.
Este concierto tendrá lugar hoy, a las 6:00 p.m., en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, y se enmarca dentro de las actividades que se realizarán en nuestra capital con motivo de celebrarse en esa fecha el Día Mundial del Medio Ambiente.
En conversación con JR, el maestro Frank Fernández y Anoland González respondieron algunas interrogantes.
—Frank, ¿qué tiene de especial este cuarteto de cámara de Mozart?
—Mozart hizo mucha música, por ejemplo 41 sinfonías, 27 conciertos para piano, y muchos cuartetos de cuerda, pero para este tipo de conjunto, o sea piano, cello, violín y viola, solamente hizo dos, y al parecer este es un estreno, por lo menos hace cerca de 50 años que tenemos la seguridad absoluta de que no se interpreta en nuestro país. Es muy hermoso y tiene incluso ya premoniciones sonoras del mundo beethoviniano, sobre todo en el primer movimiento: todos los instrumentos son definitivos, y esta es una de las cualidades de este cuarteto, es decir, no hay ningún instrumento que sobresalga por encima del otro, todos tienen momentos sofísticos. Además es de mucha dificultad por la armonía que necesita de todos los intérpretes.
—Anoland, tú que tienes la experiencia de tocar con Ars Longa y con Solistas de La Habana, ¿qué diferencias o similitudes puede tener esta pieza en cuanto al estilo de Mozart?
—En cuanto al carácter de la obra, la misma tiene influencias destacadas de Beethoven como por ejemplo el 1er. movimiento que es muy dramático, pero como Mozart siempre pone su sello, es también una obra muy alegre, sobre todo el 3ro., a pesar de estar escrito en sol menor, una tonalidad que los compositores utilizan mucho para dar este tipo de carácter musical.
—Ambos han dicho que esta obra tiene influencias de Beethoven, pero considerando que este fue el puente entre el Clásico y el Romántico, ¿no podría decirse entonces al revés?
Frank: «Sí, en realidad es Beethoven quien se va a influenciar posteriormente con esta música. Mozart es un genio, incomparable en todo sentido, y si miramos esta obra desde el punto de vista que planteas, pues sí, tienes razón, porque él enfoca un mundo dramático en el 1er. movimiento del cuarteto que es inhabitual en el clasicismo, porque Mozart es la corona más brillante de ese período musical junto a Haydn. Pero los demás movimientos, el 2do. y el 3ro., tienen la alegría ya característica de la música mozartiana. Esta es una obra muy difícil, en todo sentido».
—Pero habrá mucha más música en este concierto, además del cuarteto, ¿qué sucederá?
Frank: «Sí, cada uno de ellos, Alina, Anoland y Fernando, va a interpretar una pieza sola, acompañados por mí al piano, pero demostrando el verdadero sentido de la música de cámara, que muchas veces se cree que solo la tocan aquellos músicos que no pueden desempeñarse como solista, cuando es todo lo contrario: la interpretan aquellos solistas que son capaces de tocar en conjunto.
—¿Qué harán, música cubana, suya o universal?
Frank: «Las tres cosas que dijiste, aunque permíteme reservar el nombre de esas obras y sus autores, será en realidad una sorpresa».
Aunque los músicos aquí reunidos son bastante conocidos, nunca habían tocado juntos. Las más experimentadas en cuanto a formatos de cámara son precisamente Alina y Anoland, quienes a su vez ya habían trabajado juntas en otros proyectos. Para el joven Fernando Muñoz esta es su segunda incursión en este tipo de formatos, pues casi siempre ha fungido como solista.
Y para el maestro Frank, es un nuevo reto compartir escenario con todos ellos, tanto por el talento que poseen individualmente, como por lo difícil y hermoso del trabajo cameral.
