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Harold Gramatges al recibir la condición de Héroe del Trabajo de la República de Cuba de manos de Pedro Ross. Foto: Oriol de la Cruz / AIN
Enamorado de la vida y con un entusiasmo sorprendente, el maestro Harold Gramatges, uno de los más ilustres compositores cubanos, arriba hoy a los 88 años de edad.Harold dio su primer concierto, con apenas ocho años, acompañando al padre que era aficionado al violín. Luego de concluir estudios en Santiago de Cuba, su ciudad natal, se trasladó a la capital con la idea de prepararse para continuar su formación en el Conservatorio Real de Bruselas, pero decidió matricular en el Conservatorio Municipal de Música (hoy Amadeo Roldán), donde tomó clases con eminentes profesores como Amadeo Roldán y José Ardévol.
Fue fundador del Grupo Renovación Musical y de la Orquesta Juvenil del Conservatorio Municipal de La Habana, del departamento de música de Casa de las Américas, así como de la Asociación de Músicos de la UNEAC; y, durante algunos años, se desempeñó como embajador en Francia.
Su intensa actividad creativa exhibe temas para disímiles formatos vocales e instrumentales, que nos remiten a nuestras raíces y abarcan la música sinfónica, de cámara, coral, y también para piano, guitarra, así como para teatro, ballet y cine. Ha recibido importantes premios nacionales e internacionales, entre ellos el Iberoamericano Tomás Luis de Victoria.
Pianista, pedagogo y compositor de excelencia, Harold Gramatges llega a los 88 años «tercamente optimista», como el mismo se autodefine, y convencido de que vivir es un privilegio. Continúa escribiendo, es presidente de la Asociación de Músicos de la UNEAC e imparte clases como profesor Emérito del ISA.
