De muy provechoso ha sido calificado este encuentro. Autor: Adianez Fernández Izquierdo Publicado: 12/07/2025 | 06:00 pm
CANDELARIA, Artemisa - Representantes de las reservas de la biosfera Sierra de Manantlán, en México, y Sierra del Rosario, en Cuba, firmaron un hermanamiento con el objetivo de aunar esfuerzos para la adquisición de habilidades, conocimientos y trabajo conjunto, en el manejo y conservación de ambas reservas.
La firma se realizó durante una visita de especialistas mexicanos a la reserva artemiseña, la primera de su tipo en el país, con el objetivo de retomar las relaciones de trabajo iniciadas en 1996.
El programa de hermanamiento incluye acciones a corto, mediano y largo plazo, como la elaboración de proyectos, el intercambio de experiencias, el diseño y la implementación de talleres y cursos y el diseño e implementación de herramientas ambientales con el uso de tecnologías.
En su estancia, la delegación mexicana, encabezada por el ingeniero Carlos Alberto Gallegos, director de la reserva mexicana, cumplimentó un amplio programa de actividades que incluyó la visita a fincas agroecológicas, el intercambio en la Comunidad Las Terrazas, actividades de senderismo y encuentros con el personal del Centro de Estudios y Servicios Ambientales Artemisa (Cesaart), entidad de la Agencia de Medio Ambiente que administra el área de Sierra del Rosario.
De muy provechoso fue calificado el encuentro con los jóvenes de este centro que integran la Red de Jóvenes de Reservas de la Biosfera, con liderazgo en varios proyectos.
Los visitantes conocieron sobre la experiencia cubana de educación ambiental, fortalecida gracias a los convenios de trabajo entre las instituciones ambientales y los centros escolares de todas las enseñanzas.
Lelieth Feyobe Sandoval, directora del Cesaart, explicó que la formación es un punto clave. «Somos pocos y no nos podemos clonar, pero capacitando a los profesores de las escuelas, a guardaparques, guías de uso público y líderes comunitarios, podemos llegar a más personas», les explicó.
Hubo también un aparte para conocer la historia del lugar y rememorar la impronta de Fidel Castro y de Osmany Cienfuegos, a través de las anécdotas de dos fundadores: Justo Arteaga y René Pablo Capote.