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Ciencia, compromiso humano e integración

La visión que promueve la Mayor de las Antillas de Una sola salud no se subordina a intereses mercantiles y está totalmente comprometida con el bienestar común y la sostenibilidad del planeta, al abogar por un nuevo orden mundial sanitario más justo y equitativo, sostuvo en entrevista con Juventud Rebelde José Angel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, luego de la clausura de la 5ta. Convención Internacional Cuba Salud 2025 

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

El futuro de la salud requiere miradas integradoras, convergencia de saberes, acciones solidarias y, sobre todo, el compromiso humano frente a los disímiles desafíos globales. ¿Cómo lograrlo? Cuba es ejemplo ante el mundo desde 1959 de la aprehensión del enfoque Una sola salud, que, desde 2015, alcanza una dimensión global. Por eso, en nuestro país se reunieron durante la semana que termina más de 6 000 delegados de 88 países de todos los continentes en la 5ta. Convención Internacional Cuba Salud 2025.

Conversar con el doctor José Angel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, fue esperanzador. Fue el soplo de aire fresco que, en un contexto internacional tan hostil y especialmente para Cuba —sometida al recrudecido bloqueo de Estados Unidos y a la feroz campaña de descrédito que ha desatado, una vez más, el Gobierno de ese país contra nuestra cooperación médica internacional—, podemos compartir.

—¿Qué saldos deja para nuestro sistema de Salud la 5ta. Convención Internacional y sus ferias asociadas?

—Cuba no solo cree en el enfoque de Una sola salud, sino que, además, lo practica, lo lidera y lo defiende, como camino hacia un futuro más justo y sostenible. Esa es la primera certeza que nos deja esta Convención. Nuestro Sistema Nacional de Salud se proyecta con ciencia, compromiso humano e integración, demostrando que cuando el país actúa unido, con todos sus sectores, con su talento y con su vocación solidaria, es capaz de marcar la diferencia en la salud global.

«A pesar de las malas intenciones de algunos, de las campañas infundadas contra la Medicina cubana, de las amenazas infinitas que recibimos a diario e incluso de las carencias, este evento demostró, una vez más, que la Mayor de las Antillas no camina sola: camina con el mundo y aporta con su ejemplo».

—Este evento, el más importante que desarrolla cada tres años nuestra Salud Pública, indiscutiblemente  influyó de manera positiva en el fortalecimiento del ámbito científico…

—Así es. Desde esa visión global y solidaria que nos define, las jornadas de esta cita permitieron a nuestros profesionales compartir experiencias muy útiles asociadas al desarrollo e implementación de políticas públicas centradas en la equidad, la prevención y la resiliencia sanitaria.

«Ese diálogo se fortaleció aún más con la presencia de varias delegaciones extranjeras, cuyos saberes tienen para nosotros una gran valía con el fin de aprovechar sus conocimientos en beneficio de la salud de nuestro pueblo, desde nuestras propias particularidades. 

«Teniendo en cuenta sus múltiples escenarios, la Convención reafirmó, además, el compromiso nacional con el paradigma de Una sola salud como vía estratégica para enfrentar los desafíos interrelacionados entre salud humana, salud animal y salud ambiental.

«Por ejemplo, la realización del 1er. Congreso cubano Una sola salud y las diferentes actividades que, asociadas a él, se llevaron a cabo, no solo ratificaron que Cuba había asumido desde hace más de 60 años como guías para el funcionamiento y desarrollo del Sistema Nacional de Salud los principios que promueve en la actualidad ese paradigma, sino que para nosotros el propósito de garantizar la salud ha tenido siempre, y lo seguirá teniendo, un enfoque integral y profundamente humano.

«En el plano científico-técnico, las jornadas de trabajo de la Convención propiciaron un intercambio enriquecedor entre diferentes profesionales, incluyendo ministros, expertos de organizaciones internacionales y académicos. Las más de 2 400 actividades de diferente formato que se desarrollaron durante estas jornadas permitieron, entre otras acciones, fomentar la creación de nuevas alianzas de cooperación, impulsar proyectos conjuntos de investigación y fortalecer las redes regionales para la vigilancia epidemiológica.

«Por otra parte, las ferias asociadas, en particular la 16ta. feria comercial Salud para todos, ofrecieron una plataforma no solo para compartir con el mundo las capacidades de la industria biotecnológica y farmacéutica cubana, y otras soluciones innovadoras que ha ido desarrollando el país, sino que, a su vez, permitieron la firma durante cuatro jornadas de 55 contratos y más de 300 contactos y negociaciones comerciales con compañías e instituciones cubanas, para adquirir y proveer tecnologías, insumos, materias primas, medicamentos y diversos servicios para el beneficio de la salud de nuestro pueblo».

—¿Cuál es nuestra proyección para hacer realidad el enfoque de Una sola salud?

—Lo primero en lo que quiero insistir es que el enfoque de Una sola salud es una realidad para Cuba desde hace más de 60 años, cuando se implementó un sistema sanitario gratuito, accesible y centrado en la prevención. Si bien cuando triunfó la Revolución no era ese un concepto promovido a nivel mundial como tal, las características que definen a nuestro Sistema de Salud desde entonces son una clara evidencia de que cada una de las acciones que se han ido implementando y consolidando están marcadas por el hacer desde una visión integral de la salud.

«En tal sentido, lo que hemos hecho desde entonces, y se ha fortalecido a nivel gubernamental a partir de la aprobación por el Consejo de Ministros en 2021 de la Estrategia sanitaria cubana basada en el enfoque de Una salud para el desarrollo sostenible, forma parte de un modelo integral de atención y gestión, que no solo se ha consolidado como principio rector, sino también como práctica concreta en todos los niveles del Sistema de Salud y, a su vez, en el vínculo con otros organismos».

—El Ministerio de Salud Pública (Minsap) lidera esta estrategia gubernamental; pero ¿cuál es el aporte del resto de los ministerios?

—Tal como ha demostrado la práctica, el éxito del enfoque de Una sola salud en la Mayor de las Antillas descansa en la respuesta multisectorial, en lo cual el Minsap desempeña un rol rector, pero no exclusivo. Diversos organismos de la Administración Central del Estado tienen responsabilidades específicas que se traducen en acciones concretas.

«El Ministerio de la Agricultura, por ejemplo, es clave en la prevención y control de enfermedades zoonóticas, mediante el monitoreo sanitario de la fauna doméstica y silvestre, así como en el control de plagas agrícolas que pueden incidir en la salud humana.

«En tanto el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente proporciona las bases científicas y tecnológicas para el análisis de los determinantes ecológicos de la salud, incluyendo estudios sobre calidad del aire, del agua y suelos contaminados. El Ministerio de Educación Superior impulsa líneas de investigación transdisciplinarias en sus universidades y centros científicos, mientras que el Ministerio de Educación desarrolla programas educativos que promueven hábitos saludables, respeto al medio ambiente y conciencia del vínculo entre salud y sostenibilidad».

—¿Cómo se inserta Cuba en el contexto internacional y de los países que defienden ese nuevo paradigma?

—Nuestro Sistema Nacional de Salud impulsa, igualmente, una visión del enfoque de Una sola salud centrada en la equidad, la cooperación Sur-Sur y el derecho a la salud,  y se diferencia de los enfoques mercantilizados dominantes en muchos países del norte global.

«Precisamente, en el marco de la cooperación Sur-Sur, Cuba ha desarrollado programas de asistencia técnica en salud ambiental, control de vectores y fortalecimiento de sistemas de salud en países de África, América Latina y el Caribe, donde se han transferido conocimientos y metodologías que reflejan lo que es Una sola salud.

«La experiencia cubana en la respuesta a la pandemia de la COVID-19, basada en la atención comunitaria, la ciencia y la prevención, ha sido valorada como modelo por varios países. Asimismo, la participación de brigadas médicas en crisis sanitarias internacionales, como el enfrentamiento al ébola en África Occidental o el terremoto en Haití, también ha demostrado la capacidad del país para actuar con enfoque integral y compromiso ético frente a emergencias sanitarias globales.

«Lo más importante es que, insisto en ello, la visión que promueve Cuba de Una sola salud no se subordina a intereses mercantiles, y está totalmente comprometida con el bienestar común y la sostenibilidad del planeta, al abogar por un nuevo orden internacional sanitario más justo y equitativo».

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