La diversificación de la siembra es uno de los pilares que distinguen a estos jóvenes productores en Isla de La Juventud. Foto: Gerardo Mayet Cruz Autor: Gerardo Mayet Cruz Publicado: 23/05/2024 | 12:36 am
NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— En Isla de la Juventud, los gemelos Daniel y David Reynolds Sierra han emergido como jóvenes emprendedores en el ámbito de la agricultura, y como herederos de una tradición familiar de cultivadores, han transformado un terreno antes dominado por el marabú en un oasis de producción alimentaria.
Desde su niñez, Daniel y David aprendieron el arte de la siembra observando a su abuelo y a sus padres trabajar la tierra. Ahora, asociados a la cooperativa de créditos y servicios Grito de Baire, se dedican a la agricultura diversificada y la ganadería con notable éxito.
Poseedores de casi 28 hectáreas, los hermanos trabajan unidos, compartiendo la carga y la gloria por igual. A sus 30 años, han labrado su propio camino en el mundo agrícola, incrementando su territorio y mejorando sus técnicas con el paso del tiempo.
Ambos iniciaron la titánica tarea de limpiar los terrenos con maquinaria básica y el apoyo de las autoridades locales, y en la reciente campaña de siembra, plantaron tomates, calabazas, boniatos y pimientos, logrando rendimientos impresionantes gracias a prácticas ecológicas y el uso de materia orgánica.
Conscientes de la escasez de recursos en el país, los Reynolds Sierra han optimizado sus cultivos utilizando estiércol de gallina y ganado vacuno, así como medicamentos ecológicos, y a pesar de los limitados recursos que reciben de la cooperativa, logran resultados admirables.
Los hermanos no se conforman y entre sus planes futuros incluyen la expansión de su ganado y la siembra de tabaco, lo que requerirá la construcción de una casa de cura, algo que consideran ya una realidad, pues del pensamiento a la acción, estos muchachos no dan tregua.
De igual modo, contribuyen significativamente a la alimentación de la comunidad, además de participar con sus ofertas en ferias y entregas a la industria local. Aunque disfrutan de la vida social como cualquier joven, para Daniel y David, la verdadera satisfacción proviene de su conexión con la tierra, desde donde y con el apoyo incondicional de su familia, pretenden seguir cosechando éxitos con su arduo trabajo y dedicación.
Como mensaje al resto de los jóvenes cubanos, los gemelos Reynolds Sierra aseguran que no se debe tener miedo de hacer lo que los apasione. En el caso de la agricultura, que es un camino duro, es posible ser exitoso si se encara con esfuerzo y dedicación, «los resultados son increíblemente gratificantes», dijeron.