Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Ahorrar no es dejar de hacer

A pesar de las dificultades que el contexto internacional y la baja disponibilidad de divisas le provocan al país, se trabaja en la búsqueda de alternativas
que reduzcan las afectaciones a la población

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

Las irregularidades en el Sistema Eléctrico Nacional y en la entrega de algunos productos de la canasta básica normada, así como el déficit de combustibles que padece el país, el cual afecta todas las actividades del ámbito económico, fueron los temas medulares que, a partir de la preocupación creciente de la población, explicaron el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, y el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, en la Mesa Redonda de este miércoles.

Según detalló De la O Levy tenemos una situación compleja con el combustible, aun teniendo una disponibilidad promedio mayor que en épocas anteriores. «El país hace un esfuerzo para mantener la disponibilidad de todos los combustibles que demanda la economía. La prioridad número uno hoy son los portadores energéticos, pues de eso depende todo lo demás. Hay que mantener también el gas licuado y el  manufacturado, y todo eso se importa, cuesta unos 20 millones de dólares. Si no tenemos gas, el consumo se pasa a la electricidad.

«El combustible debe garantizarse para la aviación, que nos cuesta casi 30 millones de euros en un mes, pero si no tenemos combustible, no tenemos aviación, y sin eso no hay turismo», ilustró el Ministro, quien reiteró que el país nunca ha llegado a cero combustibles.

«Sabemos que hay colas, sacamos una cantidad de combustible diaria a la distribución con un control en todos los servicentros, a pesar de que ha aumentado el consumo. Está prácticamente subsidiado porque el litro cuesta 30 pesos.

«En el caso del diésel, Cuba consume entre 120 000 y 130 000 toneladas mensualmente, y cuando las compramos es para los servicentros y el resto de la economía. El fueloil es para la generación de electricidad, así como los lubricantes y grasas que se importan. Antes se consumía crudo refinable y se garantizaban estos productos con muchísimo menos costo con nuestras refinerías».

Ya no se compra ese tipo de combustible refinado en el país porque tenemos suministradores y países que no han podido cumplir, explicó De la O Levy. «Tendremos una situación muy apretada en estos días, que va a ir levantando.

«Estamos planificando un nivel de afectación en los primeros días de octubre, de unos 400 a 450 MW por combustibles. No es lo mismo cuando perdemos una termoeléctrica, que afecta en el horario pico, que cuando perdemos la generación distribuida, que afecta todo el día.

«Por esta razón habrá un nivel de apagones de 700 MW como máximo en el día. No va a ser permanente, estimamos que en octubre va a mejorar cuando entre Energás, con 140 MW como mínimo, y se concreten otras negociaciones para recibir combustible. No vamos a tener el nivel que necesitamos ni el que teníamos en meses anteriores, pero vamos a elevar la generación distribuida y el suministro a la economía», puntualizó.

Es importante destacar que estamos refinando crudo en La Habana, unas 1 200 toneladas diarias y esperamos crecer a 1 300. Acabamos de recibir un poco de combustible y esta vez se va a garantizar no solo la generación de electricidad, sino también otras actividades de la economía, precisó De la O Levy.

«La principal afectación hoy es en el diésel. Tenemos afectaciones con el fueloil, porque viene con mala calidad de nuestros suministradores y nos demora mezclarlo con los buenos fueloil. Eso toma días. La disponibilidad de diésel afecta de manera directa la generación distribuida».

El Ministro de Energía y Minas, tras recordar el impacto del bloqueo en el sector, instó a tomar conciencia de la necesidad de ahorrar, teniendo en cuenta que el 70 por ciento del consumo es en el sector residencial. «Un bombillo que se apague puede hacer la diferencia. Con medidas de ahorro podemos controlar la demanda en el horario de la mañana y el mediodía, y no dar afectaciones.

Debe producirse una mejoría a partir de octubre, reiteró. «Con el crecimiento de la demanda y una pérdida de reserva por las roturas de termoeléctricas, cada vez que planificamos un mantenimiento eso provoca horas de apagón. Los recursos no nos dan para tener la potencia disponible los 12 meses. La tendremos, aseguramos que la tendremos, pero no olvidemos que el bloqueo atenta contra el éxito de nuestras estrategias».

Para ahorrar más y mejor

Gil Fernández recordó que ahorrar no es dejar de hacer, sino hacer consumiendo menos. Se trata de estimular el ahorro, y para ello una nueva instrucción establece cuáles son las prioridades en la asignación de combustible, para proteger actividades más importantes y minimizar las afectaciones.

No estamos en cero, ratificó, aunque tenemos restricciones, pero también un conjunto de posibilidades. «Intensificamos el teletrabajo y un control de los equipos de aire condicionado donde están los servidores. Aplazar las actividades no urgentes y buscar alternativas con la experiencia de situaciones previas y restricciones en el uso de los combustibles.

«Nuestra economía está en una situación compleja, con déficit de oferta e inflación. Además de la generación eléctrica, los mayores consumos de diésel corresponden a la actividad agrícola y el transporte, tanto de carga como de pasajeros.

«Estamos protegiendo lo más posible la agricultura por la importancia de ese sector para la población, y porque se hizo una buena campaña de siembra, a pesar del bloqueo. Atendemos también el bombeo del agua, porque hay mucho traslado de agua en pipas y eso consume combustible.

«También hemos tomado medidas con el transporte de trabajadores y del ferry de la Isla de la Juventud, para hacer un uso eficiente de los recursos que tenemos», puntualizó Gil Fernández, quien afirmó que, tras los análisis pertinentes, es menester cambiar un poco el sistema de trabajo, eliminar trabas burocráticas, disminuir el número de reuniones que se realicen y favorecer el teletrabajo.

Además, instó a visitar lugares complejos para intercambiar con el pueblo y explicarle, razonar juntos y propiciar la búsqueda de alternativas entre todos. «Tenemos muchas potencialidades para enfrentar este escenario y con la participación del pueblo, minimizar las afectaciones.

«Para ello, debemos ganar en conciencia y entender que las medidas de ahorro energético son aplicables a todos los actores económicos, porque a diferencia de años anteriores, coexisten en nuestro contexto una diversidad de actores y hay que buscar un balance para que todos contribuyamos con el ahorro».

En relación con la inestabilidad de algunos productos de la canasta básica normada, Gil Fernández reconoció que en el transcurso de este año se han atrasado entregas de algunos productos. Ratificó que en el diseño actual, que debe transformarse, el ciento por ciento de los productos de la canasta básica normada es subsidiado.

«No disponemos de crédito para la compra de los alimentos y debemos pagarlos por anticipado. Existen algunas facilidades pero debemos contar con la divisa requerida para comprar la mayoría de los productos y no disponemos de una considerable cantidad de divisas para aligerar la situación.

«Trabajamos para mantener la leche y el pan, aunque existan algunas irregularidades, pero el combustible para estas actividades está garantizado. En el caso de la leche de los niños, con mucho esfuerzo la hemos garantizado, y las afectaciones del combustible no podemos olvidar que también inciden en su distribución.

«No hay producción nacional de café hasta noviembre y no hemos podido importarlo para cubrir la demanda en estos meses, lo que explica su ausencia en la distribución de la canasta básica normada. Los precios son elevados a nivel internacional, por encima de los mil dólares la tonelada y eso ha limitado su entrega. Hemos trabajado para poder el mes próximo disponer de cierta cantidad y retomar el ritmo de este producto.

«Para octubre disponemos ya del arroz, aunque no podremos distribuirlo en su totalidad en los primeros días, pero aseguramos que se entregará el que corresponde a cada consumidor», subrayó Gil Fernández, quien enfatizó que lo más importante es que hay conciencia y ganas de hacer.

«En los territorios se han manejado varias alternativas para que a nivel local se comercialicen determinados productos, se hacen esfuerzos para acopiar algunos y eso es viable porque son alternativas que favorecen a la población», dijo. «Sin embargo, no tenemos la divisa y la capacidad requerida, con los niveles de precios actuales, para garantizar las importaciones, ni siquiera para la masa deshuesada mecánicamente (MDM), que la utilizamos como materia prima.

«Abogamos por la organización y la coordinación entre todos los organismos y según las características de nuestro modelo, continuaremos tomando medidas como siempre hemos hecho, a partir del consenso colectivo de decisores y expertos. El pueblo debe confiar en que trabajamos sin descanso, sin renunciar a la vocación socialista y a los principios de la Revolución», señaló.

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