Del dicho al techo...

PINAR DEL RÍO.— A pesar de que el trabajo ha sido muy intenso tras el paso del huracán Ian por Vueltabajo, no pocos pobladores muestran insatisfacciones, y más cuando se trata de la calidad de los trámites para la rehabilitación de las viviendas.

Una señora del municipio cabecera cuenta que su planilla con los datos de los daños de su hogar se ha perdido tres veces. Y Mildrey Betancourt Pérez, residente en San Juan y Martínez, tuvo que acudir en dos ocasiones a la oficina de trámites a cambiar la suya, pues su casa, un derrumbe total, aparecía en papeles como un parcial de techo.

«Ahora lo están rectificando todo y me van a asignar los materiales para levantar una facilidad temporal, pues estamos viviendo con mi esposo y los dos niños en la casa de mi suegra. Allí ahora somos como diez personas. Eso sí, me explicaron que por ser un derrumbe total mi caso demora», cuenta Mildrey a esta reportera.

Largo y complejo se torna el camino de la recuperación de las viviendas en este territorio, un proceso que empieza con el levantamiento de las afectaciones, la confección de las planillas, la compra de los materiales… y no concluye hasta que se tenga una solución definitiva a cada caso.

Decirlo así es muy sencillo. Mas las afectaciones reportadas en la provincia después de las revisiones ascienden a unos 106 313 hogares. De ellos, 13 785 son derrumbes totales, 12 875 parciales, 25 089 totales de techo, 53 887 parciales de techo y 677 daños en inmuebles de tipología I o en edificios.

Los daños a las cubiertas son casi el 80 por ciento del total de afectaciones, y la recuperación se organiza desde lo más simple hasta lo más complejo, para que más personas puedan ir resolviendo su problema.

Hasta ahí todo perfecto. Sin embargo, del dicho al hecho va un buen trecho. Como ya hemos descrito, la realidad se vuelve variopinta y en cada consejo popular hay historias que demuestran cuán bien se puede trabajar, y cuán mal también.

La madeja de las fichas

Para controlar cada caso se elabora una ficha técnica, un expediente en el punto de venta, un cálculo de materiales, un volumen determinado de recursos. Existen siete formas de pago, una lista para comprar… y ahí empieza a enredarse el proceso.

Hasta este viernes todos los territorios habían concluido con la confección de sus planillas, excepto San Juan y Martínez y el municipio cabecera, al que aún restaban unas 16 000 fichas por elaborar.

Jorge Luis Salas Rosette, coordinador de programas del Gobierno en la provincia, precisó que San Juan y Martínez debe cerrar el martes 15 de noviembre y Pinar el domingo 20, pues ambos reciben ayuda en el terreno de especialistas de otros territorios. Más de 72 000 damnificados han sido atendidos en las oficinas y unas 63 000 planillas están listas para comprar.

Puntualizó que han existido muchos errores que se han ido rectificando, como planillas que hubo que volver a hacer, pues no todo el personal estaba capacitado para hacerlas. De igual modo, reconoció que no siempre se fue certero en la selección de los jefes al frente de las oficinas de trámites, 106 en toda la provincia.

Salas Rosette resaltó que a pesar de las dificultades se ha trabajado mucho. Jamás Pinar había enfrentado una situación similar, y en apenas 40 días ya se ha realizado la documentación del 85 por ciento de los casos.

En San Juan y Martínez, un municipio que presentó serios atrasos (no solo en la confección de las fichas, sino también en las visitas iniciales a las personas damnificadas), Andrés Martín Carmona, director provincial de la Vivienda, señaló que se hizo un primer levantamiento de 12 307 afectaciones.

«Después de una depuración, la cifra bajó a 11 581, pues no se tuvieron en cuenta, por ejemplo, aquellas afectaciones a terrazas y casas de bienhechurías en el campo. Solo el espacio útil de la vivienda».

Por su parte, Ariel Izquierdo Cuéllar, director de Vivienda en San Juan y Martínez, refirió que también complejiza el trabajo el hecho de que casi todos los consejos populares de ese territorio son rurales y muy dispersos, y hay que caminar mucho entre una casa y otra.

Yeny Vanega Collazo, técnica inversionista de la Vivienda en San Juan y Martínez, quien permanece en la oficina de trámites del consejo nombrado urbano, explicó que muchas veces «cuando las personas vienen a recoger su ficha técnica no están de acuerdo con lo reflejado en su planilla. En esos casos hay que revaluar».

Entre los consejos más atrasados figuran el urbano, Galope y Punta de Cartas, los que se corresponden también con los de mayor magnitud en los daños. Para ilustrar las afectaciones en ese municipio, los derrumbes totales ascienden a 2 229, una cifra solo superada por los municipios de Pinar del Río, con 5 375, y Consolación del Sur, con 2 853.

Que no se pierda ni un día

Cada análisis, cada cifra, tiene detrás una familia, muchas veces con el cielo por techo. Y quien pudo acomodar fibras rotas o pedazos de zinc maltrechos, ha visto en estos días cómo ha llovido más adentro que afuera de la casa.

Tal es el caso de Osmel Alonso García, quien perdió toda la cubierta. A los 16 días del paso de Ian lo visitaron, luego fue a la oficina de trámites del reparto Hermanos Cruz, en la cabecera provincial, y allí le dijeron que le avisarían cuando le tocara comprar los materiales.

Por techo, Osmel Alonso García acomodó lonas prestadas y tejas viejas. Es uno de los cientos de casos que todavía no han podido comprar materiales. Fotos: Dorelys Canivell Canal

«Ya repartieron algunos techos aquí en el barrio. Muy pocos: dieron cinco nada más. Y veo que están los materiales ahí en el punto y no los están vendiendo», dice en referencia al punto de venta creado en el barrio conocido como El Avioncito.

«Hay otros casos esperando, igual que yo. Se nos están mojando las cosas porque tampoco nos dieron nada, y sé que en otros lugares entregaron lonas. Yo tengo puesta una que me prestó un rastrero, por ejemplo. Entonces, eso está ahí desde el lunes y no acaban de repartirlo», reitera molesto.

Alexei Díaz Montero, representante de la tienda de materiales de El Avioncito, asegura que no está autorizado a venderle a nadie que no aparezca en la lista que le envían de la oficina de trámites. Fotos: Dorelys Canivell Canal

Alexei Díaz Montero, representante de la citada tienda de materiales, explicó que ese punto se activó para que pudieran comprar quienes residen en esa zona. Al momento de nuestra visita (miércoles a punto de mediodía) disponían de áridos, cemento, zinc y purlins. «El zinc no tiene precio aún, el resto de los recursos sí, pero no me han entregado la lista de los damnificados a los que les corresponde comprar hoy, y fuera de esa lista no tengo autorización para venderle a nadie».

Al respecto, Mary Sol Soto Hernández, jefa de la oficina de trámites correspondiente a la zona, precisó que los listados se conforman a partir de valoraciones que hacen los delegados de cada uno de sus casos, en correspondencia con la disponibilidad de materiales que hay en el punto. Confirmó además que, efectivamente, no se había enviado listado alguno ese día.

Gabriel Meralla Hernández, presidente de la zona de defensa del reparto Hermanos Cruz, argumentó que el punto de venta se hizo allí fundamentalmente para acercar los materiales a los vecinos de las comunidades El Avioncito, Crucero de Maceo y Subestación eléctrica, a los cuales los transportistas privados cobraban hasta mil pesos por cada viaje de materiales que daban desde el punto ubicado detrás del hospital León Cuervo Rubio, donde compraban antes.

Sobre el percance de esa jornada, señaló que en la lista se prioriza a los más vulnerables y se van a ir incluyendo también los casos parciales que pueden resolver su problema con menos recursos. «La lista no se estaba haciendo bien. No debe ocurrir, pero estábamos rectificando y tuvimos una demora de 12 horas para entregarla».

No obstante, acotó, el consejo popular solo tenía este jueves nueve casos solucionados, de 767 afectaciones contabilizadas en este consejo, el más densamente poblado de Pinar, con unos 24 000 habitantes.

Por si fuera poco, otra preocupación aqueja a los vecinos de este barrio, que creció hace años en la periferia de la ciudad sin ordenamiento urbanístico ni permisos legales: quienes compraron en el punto de venta inicial, detrás del hospital, no han logrado trasladar su expediente para el nuevo de El Avioncito, y tampoco han tenido una respuesta sobre esa gestión.

En ese dilema se encuentran Osmany Lacalle Alonso y Xiomara Pérez Chirino. Él vive con su esposa e hija y padece una miofibromatosis grado 2. Compró el zinc de la casa, pero le faltan las tablas y puntillas. Su expediente permanece en la anterior tienda de materiales y su casa queda a cien metros del nuevo punto.

Xiomara Pérez Chirino no ha podido comprar en el punto de venta ubicado frente a su casa porque su expediente no ha sido trasladado. Fotos: Dorelys Canivell Canal

Xiomara vive justo al lado. Es enfermera del servicio de Neonatología del hospital provincial Abel Santamaría, trabaja directamente en el banco de leche humana, pero en estos momentos está de licencia no retribuida, pues vive sola y no puede dejar la casa descubierta.

«A mí, por ejemplo, me faltan ocho purlins y cinco sacos de cemento para poner mi techo, porque tengo el zinc y los bloques. Entonces, como no nos traen el expediente para acá no puedo comprarlos, y están ahí mismo. Conclusiones: estoy detenida en el tiempo y no logro resolver nada, cuando yo pudiera poner mi techo ya e irme a trabajar, que es lo que necesito».

Meralla Hernández aseguró a Juventud Rebelde que lo establecido es que donde se abra el expediente se termine de comprar. Por eso se ha hecho difícil concretar el traslado, pero aseguró que después de muchísimas gestiones deben tener una respuesta positiva para el fin de semana.

De recursos y precios

Hasta esta semana, Pinar del Río solo había recibido el 26 por ciento de las tejas de asbesto cemento que necesita para satisfacer la demanda, y apenas el seis por ciento de las de zinc. Aunque las cantidades llegadas a la provincia son considerables, no respaldan aún el alto número de afectaciones. Ocurre así también con los bloques, los tanques, las vigas de madera y las puntillas.

Por ello, en los 98 puntos de venta habilitados se organiza de forma paulatina la venta de materiales a partir del funcionamiento de las oficinas de trámites, según dijo Adaisy González Valdés, directora adjunta del Grupo Empresarial de Comercio de Pinar del Río.

La distribución se hace para los municipios por indicación del Consejo de Defensa Provincial, y una vez allí se lleva a criterio de estos hasta donde más afectaciones y vulnerabilidades hay.

«No obstante, la población no ha visto el impacto en las ventas, porque cuando llegamos a las tiendas de materiales no quedan los niveles de recursos que se requieren para resolver esos problemas», aseguró González Valdés.

Este miércoles, dijo, el Grupo contaba con materiales aún sin precisiones de precio en las tiendas, teniendo en cuenta que se reciben tejas, sobre todo de zinc, con muchos códigos y de muchos lugares y suministradores que no están contemplados en la Resolución 41 de 2022 del Ministerio del Comercio Interior, lo cual modifica los precios minoristas en pesos cubanos de los materiales a ofertar.

Añadió que la situación de que los recursos llegaran a las tiendas sin el documento de conduce o la factura, detectada días atrás, ya está «limada», y se dio la indicación de que los puntos de venta no reciban materiales si no está el papel que ampara el precio de costo y el de venta.

Sin embargo, la provincia recibió el fin de semana pasado por tren unas 7 000 tejas de zinc de cinco tipos diferentes que se facturaron para varios municipios. «El lunes amanecimos sin esos precios de venta. Por la tarde ya teníamos el de tres, pero los otros dos demoraron más días».

El Grupo y la provincia no tienen facultad para formar precios de materiales centralizados (los forma el Mincin). Solo los que son de producción local tiene la autoridad el Gobernador, especificó. Agregó que se han realizado despachos con la comercializadora Escambray y con el Ministerio para debatir sobre esos precios y las relaciones contractuales.

Cuestión de organización

Muchísimas son las dificultades que atraviesa el proceso de recuperación en la provincia, que sin dudas ha estado marcado también por la solidaridad y el apoyo gubernamental.

No obstante, urgen estrategias más eficaces para organizar el expendio de materiales. Hoy en Pinar hay personas que duermen frente a un punto de venta cuidando una cola en la que solo han avanzado seis personas en tres días porque la tienda apenas ha sido abastecida. Incluso hay quien duerme en un butacón de su oficina porque no tiene techo propio.

El presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, Esteban Lazo Hernández, en visita reciente a Pinar del Río, insistió en la necesidad de ser más ágiles en la recuperación de las viviendas. «A más de un mes del huracán, todavía estamos discutiendo los mismos problemas que abordamos el primer día.

«El daño es muy grande, pero a las limitaciones que tenemos no les podemos sumar la desorganización nuestra y la falta de previsión. Es preciso buscar soluciones de manera integral, para que no suceda que se envíen los elementos de techo a un lugar, y las vigas para fijarlos, a otro», expresó.

Tras conocer sobre el funcionamiento de la oficina de trámites de la zona de defensa de Boca de Galafre, expresó sin titubeos: «Es duro que no tengamos materiales para todos, pero más duro aún es que los que haya, no los estemos usando bien».

Es difícil intentar satisfacer las demandas cuando hay tantos pinareños con daños en sus hogares, pero es más difícil si no se trabaja con empeño, con sensibilidad y sin burocratismo. A más de un mes y 15 días del paso de Ian, hay que desterrar métodos arcaicos, errores, papeleo innecesario, acomodos y desidia. Pinar lo merece, y lo necesita.

Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana