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Se continúa en el día de hoy los trabajos en el lugar del suceso, hasta agotar toda el área prevista Autor: Maykel Espinosa Rodríguez Publicado: 13/08/2022 | 11:38 pm
MATANZAS.— Los testimonios de quienes no han abandonado su puesto en la base de supertanqueros son desgarradores. Conmueve escuchar a aquellos jóvenes que iban a enfrentarse a un monstruo y en el camino gritaban: ¿Quién tiene miedo aquí? y con la firmeza que los caracteriza se respondieron: Nadie. Así lo comentó Robert Yunior Vega Acosta, un bombero que se adentró en la profesión con solo 14 años y ahora es primer suboficial del Comando Especial No. 2 Supertanqueros de Matanzas, a varios líderes juveniles que departieron con ellos el viernes, todavía gris cuando se camina cerca de aquellos tanques.
Jóvenes bomberos cuelgan una bandera cubana en el techo de su unidad como muestra de orgullo y dolor.
Robert Yunior Vega Acosta, bombero que se adentró en la profesión con solo 14 años y ahora es primer suboficial del Comando Especial No. 2 Supertanqueros de Matanzas.
Allí el calor todavía quema y hasta respirar asfixia. Se ha perdido mucha técnica de extinción y cada imagen conmueve: los primeros carros que llegaron, las tuberías de agua, los muros de contención… Cuando se escucha hablar a los muchachos-héroes nadie puede detener una lágrima y uno se pregunta de dónde sacaron tanto valor.
«Todos sabíamos a lo que nos enfrentábamos; pero íbamos pa’ arriba del lío», nos dijo otro de los jóvenes, con la voz entrecortada. Y así, de a poco, contaron cómo vieron morir compañeros entre las llamas, salvaron a otros y hasta cómo se salvaron a sí mismos también. Sus cuerpos denotan cansancio; muchos esconden las quemaduras que tienen; pero nadie ha podido detenerlo en el terreno. Son unos Quijotes.
«Gracias muchachos por la valentía y por todo lo que hicieron. Sigan guapeando, les sobra el coraje…», les aseguró Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, a esos jóvenes bomberos y rescatistas que aún se encuentran en el lugar del incendio y con quienes conversó, en el Día Internacional de la Juventud.
Son muchos los que ahora mismo en la zona siniestrada trabajan en el levantamiento de las afectaciones o buscan minuciosamente los restos de los desaparecidos. A ellos, Álvarez García extendió un fuerte abrazo, a nombre de la UJC, las organizaciones estudiantiles y movimientos juveniles, porque «es profunda la admiración que sentimos por ustedes en estos días tan difíciles».
Por eso, cuando se está en el lugar, la mirada también te lleva a esos hombres y mujeres, cual ángeles vestidos de blanco, que tratan de encontrar los restos de quienes la muerte sorprendió combatiendo. Allí se vive otro de los momentos más sensibles de este triste episodio, otra labor, de la cual esperan mucho los familiares, las autoridades y la población toda.
Continuan trabajando sin descanso, aunque ya el cansancio físico y el desgaste emocional hacen mella.
Las marcas que sobre el terreno efectúa un equipo multidisciplinario de diferentes especialidades de la medicina forense, entre ellos, el hombre que encontró los restos del Che, el Doctor Jorge González Pérez (Popy), y las cintas amarillas que se ven desde lejos hablan del sentimiento, la paciencia y la profesionalidad de este personal que busca a sus héroes desde la ciencia y la verdad.
Las huellas del monstruoso incendio, metal que luce como goma o lona plegada.
Gracias al esfuerzo de estos héroes incansables el fuego no afectó a las otras estructuras y tanques de la Base.
El trabajo y el esfuerzo en la Base de supertanqueros de Matanzas no cesan a pesar de los varios días de enfrentamiento al siniestro. Fotos: Maykel Espinosa Rodríguez
