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Foot cover de Noticia Autor: Juventud Rebelde Publicado: 06/07/2022 | 01:32 pm
SANTIAGO DE CUBA.— Y otra vez el ardor del Caribe estremeció Santiago; el calor y la lluvia fueron vencidos por el abrazo entre hermanos, el convite de los tambores, la fuerza de las esencias.
Como potente reverencia a la vida, tras dos años de tenaz combate contra una mortal pandemia volvió a las calles santiagueras el Desfile de la Serpiente para legitimar la audacia del reencuentro y demostrar como se debe que la 41era. edición del Festival del Caribe es un hecho.
La ceremonia encabezada por Juan Martén Portuondo, Wancho, Sacerdote de Ifá, fue esta vez un canto a la vida desde las inmediaciones del parque Céspedes. En ese contexto fue entregado el Premio Internacional Casa del Caribe al Doctor en Ciencias Eduardo Martínez Díaz, presidente de Biocubafarma, quien llegó a la urbe oriental con una representación de los científicos que enfrentaron la COVID-19 y desarrollaron las vacunas que nos han permitido volver a las calles.
Fotos: Daniel Houdayer
«Usted ha sabido con magistral conducción poner la ciencia al servicio del pueblo», enfatizó el Doctor en Ciencias Ricardo Hodelín Tablada, al resumir la trayectoria del Héroe del Trabajo de la República de Cuba Eduardo Martínez, biólogo de profesión, quien por más de veinte años se desempeñó en el CIGB y ha sabido llevar su producción científica conjuntamente con diferentes cargos de dirección, y lideró con maestría a los científicos que trabajaron para producir las vacunas cubanas contra la COVID-19.
Minutos después, Orlando Vergés, director de la Casa del Caribe, puso en manos del científico la Mpaka, el cuerno de bovino símbolo del Festival.
Participaron en la ceremonia las máximas autoridades del Partido y el Gobierno, del vicejefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Ángel Arzuaga y el Héroe de la República de Cuba y presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, ICAP, Fernando González Llort.
Fotos: Daniel Houdayer
Caía ya la tarde, y hora y media después de lo esperado debido a la lluvia, vibró con ganas la serpiente. Con el júbilo contenido por dos años de ausencia llegaron Los Ripiaos; Macubá con Fátima Patterson al frente y nuestros grupos portadores: Los Cordoneros, Íreme, La Caridad, Monte Oscuro, Pilón del Cauto y Barrancas, en abrazo apretado con amigos de México y Venezuela; el Cabildo Félix Reginfo, Mecongó, Obakosó, de Cienfuegos; Locosí, de Guantánamo; El Guayabito y Volumen.com; Los Hombres Carrozas, Las estatuas vivientes, Los Elegidos y Las Voluminosas; San Agustín, Paso Franco.
Fotos: Daniel Houdayer
También una nutrida representación de hermanos de Puerto Rico, enrolados en la 31era. edición de la Brigada de Solidaridad Juan Rius Rivera, con la incansable Milagros Rivera al frente, demostrando que cultura, identidad y fraternidad están hoy más unidos que nunca.
Santiago fue otra vez Caribe, epicentro de los colores, ardores y el ritmo de una región. Y su pueblo, ese que ávido pobló las aceras aledañas al parque Céspedes y burló la lluvia, se lo agradeció con creces.
