Eléctricos integran buenas prácticas domésticas

NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— A tono con las urgencias que demanda la economía cubana, los trabajadores eléctricos de este territorio integran saberes y buenas prácticas locales y nacionales en aras de aportar soluciones domésticas a mantenimientos o reparaciones de equipos y sistemas.

Esa decisión contribuye a sustituir importaciones y erogaciones de la caja central del Estado, y por tanto reduce el costo de generación de energía, encargo prioritario para hacer funcionar la tarea Ordenamiento en todo el país.

Ramón Duvergel Ramírez, director de la Unidad Económica de Base Fuentes Renovables de Energía (FRE) y generación de emergencia en este territorio, reveló que en 2020 la inteligencia y voluntad colectiva les permitió ahorrar cerca de medio millón de euros por concepto de asistencia técnica y piezas de repuesto para el parque eólico Los Canarreos, de tecnología francesa.

«El traslado de especialistas foráneos, su hospedaje y trabajo aquí es muy costoso, y decidimos sustituirlo por las potencialidades que existen en el país, ya con 13 años de experiencia en la explotación de este tipo de energía. Así pudimos poner en marcha los seis aerogeneradores.

«Hicimos un contrato con la empresa minera de Moa porque ellos producen un grupo de rodamientos que usamos y otras piezas con las cuales sustituiremos importaciones muy costosas para el país. Ese acuerdo marca un hito para la concreción de mantenimientos necesarios con productos nacionales, y de esa manera evitamos que se tengan que importar otros», dijo.

El especialista explicó que gracias a la colaboración interna de la empresa y eléctricos de las provincias de Matanzas y Holguín, se logró el cien por ciento de disponibilidad técnica a partir de la sustitución de la asistencia técnica extranjera por especialistas cubanos, y todas las máquinas funcionaron.

«Esto permitió que el parque eólico tributara al cumplimiento del plan de generación. Ya al cierre de noviembre había producido unos 900 megawatts. Si desde el inicio del año hubiéramos contado con todas las máquinas hubiera rebasado esa cifra», aseveró el directivo.

De esta manera, La Unión Eléctrica cubana responde al reclamo de incrementar las producciones domésticas e insertarlas en el sistema empresarial a fin de hacer más eficiente y sostenible la economía, y da pasos importantes pata el propósito de penetrar el Sistema Energético Nacional con un 24 por ciento de generación mediante FRE para el 2030.

La intención de los pineros es más ambiciosa, ya que se pretende sobreasar esa cifra —hoy está cerca del cinco por ciento— a partir de la ejecución del proyecto JICA, que creará las condiciones técnicas para el despegue en la construcción de parques solares fotovoltaicos, con el objetivo de estabilizar la generación mediante un sistema de baterías acumuladoras que regulen frecuencia y voltaje. La natural inestabilidad del aporte de energía del sol y los vientos introduce variación en el sistema energético, y este proyecto aporta una solución.

Duvergel Ramírez anunció que este año también se inicia el proyecto Irena, con el cual se elevaría por encima de 20 megas la capacidad fotovoltaica instalada en el territorio, que estará entonces en mejores condiciones para el despegue.

«A eso se suma el proyecto Generar con FRE, tanto para el sector estatal como el residencial. Ya tenemos la metodología de trabajo de la empresa para cuando un cliente adquiera la tecnología, instalársela y sincronizarla al sistema. Así, además de producir buena parte de la energía que consume, el excedente que se genere puede venderlo al Estado», explicó.

Aclaró además, que todos los organismos deben incluir en el presupuesto la utilización de la FRE en su sistema de gestión: «Las nuevas inversiones, desde su estudio, ya deben tener implícita las FRE, de los contrario no será aprobada. El desarrollo debe ser uniforme, el país lo necesita», acotó.

Como dato adicional, el directivo informó que hasta el cierre de noviembre del pasado año las FRE aportaron más de 5 300 megawatt a la generación, con un ahorro de 1 648 toneladas de combustible fósil, 4 448 toneladas de dióxido de carbono dejadas de emitir a la atmósfera y 800 000 dólares dejados de erogar por el Estado para la adquisición de diesel y fuel oil.