Con el abrazo de todos

Con el abrazo de todos

Desde el aislamiento más cercano, toda Cuba celebró de diversas maneras el Día Internacional de la Infancia. La Unión de Jóvenes Comunistas y la Organización de Pioneros José Martí se lo dedicaron a los hogares de niños sin amparo familiar y las escuelas de formación integral

Publicado: Martes 02 junio 2020 | 12:16:22 am.

Dio satisfacción verlos sonreír, cantar, aplaudir, bailar…, y sobre todo, sentir la seguridad de vivir en una Cuba donde se les garantiza y defiende sus derechos. Se les pidió hacerlo a distancia, como aconsejan estos tiempos del nuevo coronavirus. Su magia y sabiduría arropó a cuantos llegaron a celebrar —este lunes— el Día Internacional de la Infancia.

Lo vivimos en el hogar de niños sin amparo familiar Víbora II de La Habana. Hasta ese sitio se fue la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) a festejar con su más preciado tesoro, gesto de especial deferencia con quienes están al resguardo en esas casas y también en las escuelas de formación integral.

Con los pequeños que residen en la institución capitalina no solo compartieron Aylin Álvarez García, segunda secretaria del Comité Nacional de la UJC, y Rosa María Ramírez Montero, presidenta de la OPJM —junto a autoridades juveniles de La Habana—, sino también la Asociación Hermanos Saíz con la teatrista Niurbis Santomé Cudeiro, quien con sus títeres Mercucho y Bocacho, hizo a todos reír, declamar poemas y contar cuentos, pues «merecen toda la felicidad del mundo».

Y ellos, los niños, elogiaron el gesto hermoso porque «se sentían felices y tenían muchos regalos», y hasta cantaron para nosotros el tema que las seños, convertidas en padres, les enseñaron para protegerse del coronavirus. Maricela Rodríguez López, directora del Hogar, agradeció a las organizaciones juveniles por este regalo pues «en medio de esta lucha difícil contra la COVID-19 han tenido muy presente a nuestra niñez, como siempre lo hizo Fidel».

Todos juntos picaron el cake, cantaron Feliz cumpleaños y descubrieron minuciosamente las cestas que recibieron de obsequio. Y al despedirse, desde su salón de juegos, aplaudieron por sí y por los visitantes que le devolvieron mucha ternura, convencidos de que, como dijo Fidel, a nuestros niños hay que cuidarlos y velar por ellos como los pilares con que se funda una obra verdaderamente hermosa y útil.