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Provechos del tiempo

En los círculos infantiles de Las Tunas aprovechan la escasa afluencia de niños, motivada por la amenaza de la COVID-19, para adelantar otras tareas

Autor:

Juan Morales Agüero

LAS TUNAS.— El círculo infantil Las Tres Casitas no muestra la animación acostumbrada. No hay infantes sollozando por su mamá ni retozos en el patio. Tampoco se aprecia ajetreo en la cocina ni «tías» alistando catres para la siesta. Sin embargo, el ambiente de trabajo no escasea.

«Nuestra institución sigue abierta, pero las madres prefieren tener a sus hijos en casa, como aconsejan las autoridades sanitarias —dice Yumilka Fuentes, su directora—. Ahora empleamos el tiempo en otras labores, de manera que cuando la situación se normalice tengamos trabajo adelantado».

Las tareas son variadas, en correspondencia con el perfil de cada quien. Así, algunas educadoras y auxiliares pedagógicas trabajan a distancia en sus domicilios, confeccionando medios de enseñanza y objetos didácticos capaces de mejorar la calidad del proceso docente-educativo.

El personal no docente tiene también encomiendas para mantenerse ocupado, como reparar los catres, reforzar las asas de las toallitas, arreglar sillas y mesas, soldar lo que haga falta, pintar, mantener el huerto del cocinero, resembrar jardines…

«Las docentes que permanecen aquí reparan libros, se preparan metodológicamente y asesoran por teléfono a las familias en torno a los objetivos que sus hijos deben vencer en la etapa, según sus años de vida —agrega Yumilka—. Papá y mamá tienen ahora la ocasión de colaborar. Deben jugar con ellos, enseñarlos a lanzar, por ejemplo, y guiarlos en la gimnasia matutina».

Asegura que en las condiciones de aislamiento la familia puede reforzar la enseñanza de la lengua materna y su uso correcto, la educación musical, el conocimiento del mundo de los objetos y adiestrar en la educación plástica con tareas tales como recortar, rasgar y trazar. Padres e hijos deben jugar, pintar y disfrutar juntos. Eso unifica y enseña. 

«Es importante que el horario de vida del círculo se respete en lo posible en la casa —acota—. El baño y las comidas deben hacerse a su hora, igual que la siesta y el sueño nocturno, para que no les sea difícil la readaptación cuando retornen. Además, la familia debe estar atenta a que el niño no pierda sus hábitos formales y posturales».

El trabajo de los círculos infantiles tuneros no ha mermado por la COVID-19. Sus educadoras, auxiliares pedagógicas y trabajadores en general se empeñan en convertir este contexto en acicate y preparación para próximas encomiendas.

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