¡Ahorra, ahora!

MATANZAS.— El nuevo coronavirus arrastra no solo consecuencias para la salud humana, sino que, al tomarse las medidas de aislamiento social en los hogares, su impacto económico se hace evidente al dispararse el consumo eléctrico.

Entre las acciones que despliega la Oficina para el Control del Uso Racional de la Energía (ONURE) en Matanzas, se encuentra la divulgación de un grupo de medidas que contribuyen al ahorro energético en la actual situación epidemiológica.

«La pandemia ha traído consigo un mayor número de personas en las casas y muchas emplean su televisor, tanto para recibir las teleclases como actualizándose de las noticias, lo cual ha disparado el consumo, que se comporta en el sector residencial como en un mes típico de verano, con la diferencia de que la única opción es quedarse en casa», dijo a este diario el licenciado Ángel A. Núñez Barreto, director de la ONURE aquí.

Especialistas de esa institución detallan que un día de consumo eléctrico en Matanzas representa aproximadamente 4 200 000 kilowatts hora (kWh), y para generarlos se necesitan 1 200 toneladas de combustible: 819 barriles diarios.

«La provincia cuenta aproximadamente con 280 000 clientes residenciales, y si todos apagan una lámpara de 20 watts durante una hora (de las que normalmente están encendidas) se ahorrarían 5 600 kWh, lo que en un mes representa 168 mil kWh, el consumo de un día en los municipios de Los Arabos y la Ciénaga de Zapata», explica Núñez.

Para el cuidado de la economía familiar y la del país, esta organización señala un grupo de sugerencias a implementar en los electrodomésticos de mayor impacto, poniéndolas a disposición de los matanceros por distintas vías de comunicación.

«En ocasiones se incrementa de manera injustificada el consumo de energía eléctrica con las cargas fantasmas, presentes en equipos electrodomésticos que poseen relojes, sistemas de encendido rápido, memorias y transformadores a la entrada, los cuales consumen electricidad, aunque estén apagados, cargas cuyo efecto es acumulativo a través de todo el año», comenta el especialista.

Las líneas de mensajes priorizan que, siempre que sea posible, se realicen las actividades típicas del hogar fuera de los horarios pico (de 11:00 a.m. a 1:00 p.m. y de 6:00 p.m. a 10:00 p.m.); se aproveche más la luz natural y el calor final de las hornillas eléctricas; se junte la mayor cantidad de ropa para planchar o lavar en máquina, y encender solo las luces necesarias.

La dirección del país ha hecho un llamado a consumir solo lo necesario en nuestros hogares para evitar sobrecargas en líneas y subestaciones que puedan afectar el servicio eléctrico.

¡Ahorrar, ahora!, debe convertirse, más que en una frase de ocasión, en un modo de enfrentar el día a día sin dilapidar los limitados recursos energéticos de la Isla, en medio del enfrentamiento a la COVID-19 y el recrudecimiento del criminal bloqueo yanqui.