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SANTA CLARA, Villa Clara.— Mas allá de los jóvenes prodigios en diferentes ramas del saber que suelen haber, la jerarquía científica llega, tras años de devorar libros, de cavilar sin descanso y desarrollar una fina agudeza, capaz de encontrar lo que nadie había visto nunca, o mejorar aquello que se daba como perfecto.
Esa verdad de los tantísimos años que hacen falta para llegar a la cúspide o arañarla, o estar por encima de la media, se confirma en el personal dedicado a la ciencia en Villa Clara, donde el 51 por ciento de los que la animan tienen 51 años o más.
Aunque los jóvenes en este territorio, de manera global, no resultan sus principales impulsores, los hay con un aval meritorio.
Cómo se tejió el alegrón
Para reflejar el peso de la ciencia en esta provincia, a la que distingue en especial un sostenido bregar, podría subrayar nombres de instituciones o personalidades, pero una idea más exacta sobreviene al revelar, de manera global, el aporte gracias a esa estrategia integrada de ciencia, tecnología y medio ambiente.
El premio conquistado para celebrar hoy acá el Día de la Ciencia Cubana estuvo caracterizado por la contribución fundamental de la comunidad científica a los sectores estratégicos, en cumplimiento de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
Específicamente, vale destacar más de cien resultados en varios organismos y entidades, un total de 826 proyectos asociados en su mayoría a sectores estratégicos, la certificación de un alto número de empresas con sistemas de gestión, y los ocho premios nacionales de la Academia de Ciencias de Cuba.
Igualmente, la obtención de 20 000 plantas de café por embriogénesis somática (embriones a partir de células), en apoyo al programa cafetalero y la producción de granos de elevado rendimiento, la obtención por vías biotecnológicas de semillas de plátanos mediante un proceso de encadenamiento con el sistema de biofábricas de la agricultura.
También, la introducción de nuevas variedades de viandas y hortalizas, con alto potencial productivo y resistentes algunas al cambio climático, el uso de fuentes renovables de energía, contribuciones a los planes de frutales, desarrollo porcino, arroz, fuentes renovables de energía, y el apoyo a otros planes de desarrollo local aplicados por los Gobiernos municipales.
En el recuento de lo logrado y de lo que va en camino vale significar la promoción de numerosísimos proyectos, la mayor parte de estos asociados a la investigación, innovación y desarrollo, que abarcan la calidad de vida, medio ambiente, las ramas farmacéuticas, biotecnológica, la industria de materiales de la construcción…
Para la doctora María del Carmen Velazco, delegada del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en Villa Clara, una de las cuestiones que posee un peso primordial para afianzar la ciencia es la aplicación de sus resultados.
En la provincia, desde 2008 se inscriben en el plan de la economía de las entidades y se chequea sistemáticamente su cumplimiento, lo cual ha permitido concretar cada año la introducción de determinada cantidad.
Y los jóvenes ¿qué?
Destaca María del Carmen que los jóvenes talentos que se captan en las universidades para la reserva científica también participan en los proyectos de investigación como una forma de adiestramiento, además, se fortalece la vocación por las asignaturas básicas, presentes en cualquier investigación.
A pesar de una hoja relevante de servicio, como se ha reconocido, hay todavía problemas sin solucionar, pero que están bajo la lupa de la ciencia villaclareña.
