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Optimizar el rendimiento en los procesos productivos, realizar un mayor aprovechamiento de la tierra cultivable y de los insumos, así como perfeccionar y gestionar la capacitación del capital humano y de la reserva de cuadros, constituyen las principales líneas de trabajo para el Grupo Empresarial Tabacos de Cuba (Tabacuba), en 2019.
Así trascendió en el balance anual de este sector —vital para el desarrollo económico y social del país—, que tuvo lugar la víspera en el Centro Integral de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños Niceto Pérez, en el municipio de Güira de Melena, provincia de Artemisa.
Según explicó Miguel Vladimir Rodríguez, vicepresidente primero de Tabacuba, el sector tabacalero en 2018 enfrentó grandes dificultades asociadas a la incidencia de eventos climatológicos extremos, la limitación en la disponibilidad de insumos necesarios y de clases de capas con destino a las producciones exportables.
Aunque el Grupo cumplió sus objetivos para el pasado año, las tensiones financieras le impidieron obtener resultados acordes con sus potencialidades, por lo que continúa perfeccionando su sistema empresarial, revisando cuestiones como las cuentas por cobrar y pagar, los inventarios de lento movimiento y ocioso, así como la organización del trabajo y los salarios, señaló.
Justo Luis Fuentes, presidente de Tabacuba, refirió que para incrementar paulatinamente las producciones de tabaco resulta imprescindible mayor eficiencia en la programación e implementación del proceso inversionista, que se cumplió en un 55 por ciento, debido en gran medida al retraso en la puesta en marcha de la fábrica de Brascuba en la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
Insistió en la necesidad de que cada empresa realice estudios efectivos de planificación, y destacó el papel que asume Tabacuba en la producción de grandes cantidades de alimentos —viandas, frutas y hortalizas fundamentalmente, destinados a la población—, programa que debe continuar desarrollándose en todos los territorios.
