Pasada las cuatro de la tarde de este lunes quedó exhibida al público la muñeca de trapo más grande del mundo. Autor: Yahily Hernández Porto Publicado: 04/02/2019 | 05:37 pm
Camagüey.- Con 30 metros de altura y 7 toneladas de peso, —unas 15 190 libras—, María Parchitos es la muñeca de trapo más grande y pesada de su tipo en el mundo, la cual cobró vida este lunes, pasadas las cuatro de la tarde cuando se exhibió, en la céntrica Plaza de los Trabajadores, de esta ciudad, que festeja sus 505 años de creada, hasta el próximo día 7.
La bella muñecona es el regalo del notorio proyecto de muñequería local Carsueños a la legendaria villa, —fundada el dos de febrero de 1514—, y a su pueblo, tal cual lo fue en 2010 su «hermana» Leonor, —nombrada así en honor al reconocido cuento Mi muñeca negra, de nuestro José Martí—, de 22 metros de altura y poco más de 2 800 libras.
La líder del atrevido grupo de creadores, Carmen Soto González, y «madre de ambas grandulonas» dijo a JR, que las piernas de María Parchitos poseen 12 metros de largo, el tronco otros 10, la cabeza 8 metros, e igual longitud para sus dos brazos.
«Solo en su falda –aseguró Carmen- se emplearon 118 metros de tela satín –satén-, otros 4 de color morado en sus dos lazos, 10 de nylon y satín en sus zapatos, y 8 metros de tela de sábana amarilla para sus dos moños y cerquillo de su frente.
Soto González comentó que María Parchitos posee como adornos tres corazones de color rojo, en los cuales se usaron tres metros de tela, y que en su vestimenta, manos y cubierta de los pies se utilizaron otros 34 metros de tela elastizada.
Aseguró la diestra artesana que para rellenar a su bella bebé se necesitaron nada menos que 69,7 metros cúbicos de recortería de floca -material sintético que se parece a la esponja y nombrado popularmente como espuma-, para estabilizarla y endurecer su cuerpo se emplearon 112 metros de soga en su interior, y para cocer los 2028 paños multicolores que la envuelven, de un metro cuadrado cada uno, los cuales además se confeccionaron con retazos de trapos, –de entre 10 y 50 centímetros según el caso-, se usaron dos conos de hilo; ambos de 10 mil metros, y otros 50; de 500 metros cada uno.
Foto: Yahily Hernández Porto
Adelantó la incansable camagüeyana que para embellecerla se empelaron 300 metros de cinta, 16 de lonillas y otros 25 de poplín, -también se le denomina popelina o popelín (en inglés poplin).
Insistió que otros 9 integrantes del proyecto; Damaris Giralt, Tania Ferrer, María Luisa Rosales, Fredesvinda Quiñones, Sandra Cruz, Teresa Fernández, Rafaela Azuaga, Jorge Luis Lapinet y Salvador Guerrero, todos muy conocedores del arte de la muñequería, junto a la ayuda de otros fieles colaboradores, laboraron durante 6 480 horas de trabajo, lo que significó 9 meses de labor ininterrumpida, para que el juguete muestre su mejor rostro y acabado.
«Ella posee –subrayó Carmen- una cara alegre; una sonrisa amplia, y la inocencia de los pequeños de casa cuando juegan. En esta ocasión quedó sentada para que la familia y muy especialmente los niños y niñas, puedan interactuar con ella», añadió.
Explicó que a 11 paños de su cuerpo se les bordaron las palabras mágicas de la educación como hola, disculpa, gracias, te amo y el auténtico abur, con que se saludan desde hace más de cinco siglos los camagüeyanos y camagüeyanas.
Aclaró que la muñeca fue trabajada en todo su cuerpo con la técnica del punto ojal, lo cual demandó habilidad y especialización de los artesanos y artesanas. «Nos exigió superación para lograr máxima calidad».
Aseguró Carmen Soto que las autoridades correspondientes gestionan la incorporación de María Parchitos en el Libro de los records Guinness, no solo por su tamaño y peso, sino por su calidad, trascendencia y belleza.
Afirmó esta camagüeyana de pura cepa que el diseño de su bella «grandulona» también se inspiró en una combinación de rostros de varias muñecas creadas por ella a tamaño normal; las muy famosas Urbicia, Estoy contenta, Carmencita y Alicia, y en la propuesta de cientos de niños y niñas entrevistados en la sede de Carsueños, «quienes la querían de muchos colores y es por eso que le pusimos tantos como nos fueran posibles», refirió.
Este proyecto, con 15 años de fundado, el 4 de abril de 2003, posee en su trayectoria un ejemplar de La Edad de Oro, con un gran formato, la Mini—Muñeca, Leonor, de solo 2,2 centímetros de altura y con menos de una onza de peso, ambos exhibidos en marzo del 2011, y los muy auténticos Rapimuñecos; libros didácticos y terapéuticos, diseñados fundamentalmente para los más pequeños de casa.
Al final de la presentación, la cantante Lidis Lamorú, dio un concierto, para toda la familia agramontina.