Los embates del más reciente huracán sobre las tierras de la Empresa Agropecuaria Horquita, en el municipio de Abreus, dañaron unas 300 hectáreas (ha) del cultivo de plátano y 350 de maíz, entre otras afectaciones. Hoy se han restablecido las áreas del primero, según declaran los especialistas, quienes agregaron que en unos dos meses deben estabilizarse las producciones de esta vianda.
La totalidad de la superficie cultivable de la empresa se encuentra en fase de siembra, cosecha o en preparativos. «Entre los cultivos fundamentales están la malanga, el plátano, la yuca, el boniato, el guagüi, la papa y el tomate; además de algunas hortalizas de hojas que se obtienen a cielo abierto», explicó Yoan Sarduy Alonso, delegado provincial de la Agricultura.
LA CAMPAÑA DE FRÍO
A pesar de la incidencia de las lluvias, con cifra récord de unos mil milímetros de septiembre a noviembre, que provocó la pérdida de semilleros y otras fallas, se ha podido «enderezar» la llamada campaña de frío, declaró a Juventud Rebelde Sarduy Alonso. La contienda se sustenta en un «plan de siembra de 630 ha de frijol, que marcha por encima del 50 por ciento, 450 ha de papa, y otro tanto de tomate», especificó Jorge Moreno Díaz, director de Producción de la empresa.
En el caso del tomate prevén un mejor rendimiento a partir de una nueva técnica aprendida con especialistas del sector en Sancti Spíritus. De acuerdo con José Cuellar Díaz, administrador de la Unidad Básica de Producción Cooperativa Cuba Libre, donde aplican la experiencia, «se trata del cultivo del vegetal con apoyo de una espaldera, que facilita la fertilización y el riego en todo momento. El método eleva la productividad hasta cerca de las 70 toneladas por hectárea».
Por su parte, este domingo culminó la plantación de papa, cuya recogida se estima en el mes de marzo. Raudel Rubio Rodríguez, director de la Empresa Agropecuaria Horquita, valoró que «esta campaña se encuentra entre las más eficientes y mejor organizadas. Sembramos 14 variedades, entre ellas Santana y Romana Nacional».
Para aprovechar los nutrientes de los suelos, tras la cosecha del tubérculo se realizarán rotaciones de la tierra entre los 25 y 30 días, con cultivos como boniato, calabaza y pepino.
El delegado provincial de la Agricultura insistió en la búsqueda de un balance en el que la Empresa sea capaz de producir para la sustitución de importaciones, pero también para satisfacer la demanda del pueblo a través del abasto a los mercados agropecuarios de la provincia.