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La política se mantiene, Cuba aplica Tolerancia Cero ante la trata de personas y delitos relacionados con la explotación sexual, laboral o de otra índole, lo que fue ratificado en el Informe Prevención y enfrentamiento a la trata de personas y la protección a las víctimas 2017, dado a conocer recientemente por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
En 2016 y en el primer cuatrimestre de 2017, tuvieron lugar procesos y eventos con implicaciones importantes a nivel nacional, para reforzar la prevención y enfrentamiento a estos fenómenos, asegura el documento.
Al respecto se destaca la aprobación del Plan Nacional contra la Trata de Personas y la visita en abril de la Relatora Especial de Naciones Unidas sobre este tema, Sra. Maria Grazia Giammarinaro.
El texto de 33 páginas subraya que, ante el comportamiento de esas manifestaciones delictivas a nivel internacional, especialmente con mujeres y niños, se aprecian nuevas y mayores complejidades en el accionar de la delincuencia doméstica o extranjera que incide en el país, lo que impone retos a las labores de prevención, enfrentamiento y protección a las víctimas, «quienes por lo general han evidenciado una baja percepción de riesgo sobre este fenómeno y sus formas de manifestación, particularmente la trata con carácter transnacional».
En febrero se aprobó el Plan de Acción Nacional para la prevención y enfrentamiento de la trata de personas y la protección a las víctimas (2017-2020), una herramienta fundamental en la actuación coordinada entre el Estado y las organizaciones de la sociedad civil para el abordaje a este grave delito.
Maria Grazia Giammarinaro tuvo la oportunidad de constatar de primera mano los avances del país en esta materia, así como formular observaciones y recomendaciones al respecto.
En el Informe se detallan los 21 casos juzgados y fuertemente sancionados por delitos de corrupción de menores, proxenetismo y trata de personas en el año 2016.
Esa baja incidencia se debe —dice el Informe— al carácter eminentemente preventivo de las políticas sociales y estatales cubanas, a la política de Tolerancia Cero, así como a la ausencia de redes delictivas organizadas que estén basificadas en el territorio nacional.
Además, en el mismo período Cuba mantuvo la colaboración internacional para la investigación y solución de casos que trascienden el marco nacional.
