Proyecciones futuras indican que la elevación del nivel medio del mar puede alcanzar hasta 27 centímetros en 2050, y 85 en 2100. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 07:00 pm
El Parlamento cubano acordó respaldar por unanimidad el Plan del Estado para el enfrentamiento al cambio climático, a propuesta del diputado Andrés Castro Alegría, presidente de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
La votación, «inspirada en el legado de Fidel, quien nos alertó sobre la necesidad de proteger el medio ambiente y hacer un uso sostenible de él» —señalaba Alegría—, siguió a la presentación de un informe al legislativo sobre la también llamada Tarea Vida, aprobada por el Consejo de Ministros el pasado 25 de abril.
Elba Rosa Pérez Montoya, titular del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), tuvo a su cargo una exposición que llega a la Asamblea Nacional tras reuniones en las provincias del país que permitió intercambiar sobre el Plan de Estado y recibir, de parte de los actores locales, propuestas de acciones para adaptarse a los efectos del cambio climático en los territorios.
Las medidas concebidas se aplicarán en zonas vulnerables y priorizadas para el desarrollo económico y social —comentó la Ministra a los diputados—. Incluyen a 73 de los 168 municipios cubanos: a 63 con asentamientos costeros y a diez no costeros. Sin embargo, y como resultado del recorrido territorial, se evalúa intervenir en lugares inicialmente no listados.
Durante la Novena Sesión Ordinaria de la Octava Legislatura, Pérez Montoya refirió que el Plan constituye una propuesta integral en la que se presenta una primera identificación de zonas y lugares priorizados, sus afectaciones y las acciones a acometer, y al mismo tiempo puede ser enriquecida durante su desarrollo e implementación. Se concibe, además, como un programa de inversiones progresivas en diferentes plazos: corto (2020), mediano (2030), largo (2050) y muy largo (2100).
La principal amenaza del cambio climático —subrayó la Ministra del Citma— está en que las proyecciones futuras indican que la elevación del nivel medio del mar puede alcanzar hasta 27 centímetros en 2050, y 85 en 2100, provocando la pérdida paulatina de la superficie emergida del país en zonas costeras muy bajas, así como la salinización de los acuíferos subterráneos abiertos al mar por el avance de la «cuña salina».
Investigaciones de la comunidad científica nacional arrojan que este proceso afecta en especial a 119 asentamientos humanos. Veinte de ellos desaparecerían para el año 2100.
Las inundaciones costeras ocasionadas por la sobreelevación del mar y el oleaje, producidos por huracanes, frentes fríos y otros eventos meteorológicos extremos, representan —en tanto— el mayor peligro, por la destrucción que causan al patrimonio natural y el construido en la costa.
Para más evidencias de los efectos del cambio climático sobre el archipiélago cubano, Pérez Montoya refirió que «datos avalados por estudios científicos ratifican que hoy el clima de la Isla es cada vez más cálido y extremo; y la temperatura media anual aumentó en 0,9 grados centígrados desde mediados del siglo pasado».
También «se ha observado gran variabilidad en la actividad ciclónica —desde 2001 hasta la fecha hemos sido afectados por nueve huracanes intensos, hecho sin precedentes en la historia; desde 1960 el régimen de lluvias ha cambiado, incrementándose significativamente las sequías, y el nivel medio del mar ha subido 6,77 centímetros hasta la fecha».
El Plan del Estado para el enfrentamiento al cambio climático dispone cinco «acciones estratégicas enfocadas hacia el ordenamiento de los asentamientos costeros y las tierras de uso agropecuario amenazadas».
Cuenta también con «11 tareas sobre acciones de adaptación en zonas priorizadas, actualización de las normas jurídicas, uso eficiente del agua, recuperación de los elementos naturales protectores, la investigación científica, adaptación y mitigación en sectores económicos de interés, monitoreo y vigilancia ambiental, educación y búsqueda de financiamiento internacional».