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El actual impulso a las fuentes renovables de energía (FRE) permitirá acelerar la obtención de los niveles de generación de electricidad «limpia» previstos a alcanzar inicialmente en 2030.
La convocatoria del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido, en la clausura del período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional el pasado diciembre, parece marchar sin pausa y con prisa.
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros recordaba entonces que las FRE solo aportan hoy el 4,65 por ciento de la generación de electricidad, y que para 2030 la aspiración era llegar al 24 por ciento. No obstante, ante nuestra dependencia de la importación de combustibles fósiles, cuyo costo pende como espada de Damocles sobre nuestra economía, llamó a acelerar el desarrollo de estas energías.
La implementación de la política para el desarrollo perspectivo de las fuentes renovables y el uso eficiente de la energía fue el tema que inauguró el trabajo de este lunes de la Comisión de Industria, Construcciones y Energía previo a la novena sesión ordinaria de la Octava Legislatura del Poder Popular, a la cual asistió el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez.
Alfredo López, titular del Ministerio de Energía y Minas (Minem), informó a los legisladores que en estos momentos están en proceso de negociación 11 de las 25 bioeléctricas previstas a construir hasta el 2030.
La edificación de cuatro de ellas será respaldada por créditos estatales, y siete por la inversión extranjera directa. Las plantas generadoras tendrán como fuente principal de energía el bagazo de la caña suministrado por los centrales azucareros anexos, los cuales, a su vez, recibirán de ellas vapor y electricidad.
El Ministro del Minem señaló que esta estrategia tiene como pilar la disponibilidad de caña, por eso —explicó— con las contrapartes se negocia en algunos de los casos, además de las bioeléctricas, recursos para la caña y para el central azucarero.
Como se ha divulgado, para el 2030 las bioeléctricas deberán producir el 14 por ciento de la electricidad total del país, para eso se prevé la instalación de 872 megawatt (MW) de potencia, la generación de 4 300 gigawatt hora al año (GWh/a), lo que derivará en la sustitución de 960 000 toneladas de combustible.
Sobre los parques eólicos, está previsto tener 14 en 2030. Los aerogeneradores tendrán de conjunto 656 MW de potencia, generarán 1 968 GWh/a y permitirán sustituir 540 000 toneladas de combustible.
Con respecto a la energía solar o fotovoltaica, la estrategia es desarrollar 191 de estos parques, con una potencia de 700 MW, una generación de 1 050 GWh/a, y la sustitución de 240 000 toneladas de combustible.
Aproximadamente la mitad de los 700 MW planificados con los parques fotovoltaicos se hará a través de créditos, y la otra mitad con inversión extranjera directa, explicó el ministro Alfredo López.
Los diputados de la Comisión también fueron ampliamente informados sobre el cumplimiento de las medidas tomadas para el ahorro de portadores energéticos. Se precisó que aún hay insuficiencias, delitos e ilegalidades como el robo y venta ilegal de combustible diesel destinado al sistema estatal y empresarial.
Un solo ejemplo lo ilustra: el expendio de petróleo en los servicentros a los transportistas privados apenas rebasa la venta de algo más de un litro diario por usuario con licencia en unas pocas provincias, mientras que en la mayoría es menos de esa cantidad.
En la jornada de ayer, los miembros de la Comisión también evaluaron el resultado del control realizado por los diputados sobre el mantenimiento industrial, y sobre las inversiones de Recursos Hidráulicos que financia el presupuesto del Estado.
