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Susely Morfa, primera secretaria de la UJC, compartió con Edelmiro, cuya historia lo convierte en un referente para las nuevas generaciones. Autor: Yahily Hernández Porto Publicado: 21/09/2017 | 06:59 pm
CAMAGÜEY.— Para evocar aquellos hechos que tienden puentes entre generaciones, nunca es tarde, y aun más en este 2017 lleno de fechas especiales, cuando la UJC, por ejemplo, cumplió 55 años y lo ha celebrado sin que falte la distinción a quienes han hecho historia desde sus filas.
Por ello, no fue casual que en abril último, entre risas, recuerdos y no pocas emociones, Edelmiro González Batista recibiera la Medalla Conmemorativa Aniversario 55 de la Unión de Jóvenes Comunistas.
Se honró así al hombre que, mientras cumplía una misión internacionalista en Angola, recibió un disparo en la médula que lo postró físicamente, pero no ha podido quebrarle sus ideas y sueños.
Susely Morfa González, primera secretaria del Comité Nacional de la organización juvenil, fue quien puso en manos de este paradigma de las nuevas generaciones la alta distinción, por ser «referente de consagración, valentía, resistencia y compromiso con la Revolución y la Patria». Al transmitir el cariño y el respeto de los niños, adolescentes y jóvenes hacia su persona, lo calificó como «un gran hombre».
Luego que Edelmiro recibiera el galardón, no fueron pocos los que hablaron también de sus años como dirigente en la base, como miembro del Buró Nacional de la UJC y como delegado o invitado de honor a varios congresos de la organización. Se le recordó como una persona audaz, jovial, modesta, con visión de futuro, con voz pausada y rostro que transmite sabiduría y confianza, esas cualidades que le ganaron el respeto y admiración de sus compañeros.
Al recibir la Medalla, Edelmiro expresó que era «un compromiso no solo por lo que representa, sino por venir de una organización en la que me formé, crecí y desarrollé como revolucionario, una organización que es mi casa, mi familia».
