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SANCTI SPÍRITUS.- Cuba es un actor fuerte en la lucha contra el cambio climático, por asumir una política nacional estratégica y oportuna, dijo aquí Myrta Kaulard, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas.
Justamente, añadió, eso se puede comprobar en el documento Tarea Vida, aprobado recientemente por el Consejo de Ministros, donde se plantea en 11 tareas el Plan de Estado para el enfrentamiento a ese fenómeno.
Entre ellas se destacan asegurar la disponibilidad y el uso eficiente del agua como parte del enfrentamiento a la sequía; dirigir la reforestación hacia la máxima protección de los suelos y las aguas; así como implementar otras medidas en programas, planes y proyectos vinculados a la energía renovable, la eficiencia energética, la seguridad alimentaria y la salud.
«Allí esta nación se compromete en serio a convertir el desafío global contra el cambio climático, ya que se prevén pérdidas de territorios donde hoy viven y trabajan familias cubanas; deterioro de la biodiversidad, de los ecosistemas; escasez de agua y graves afectaciones en la producción de alimentos, así como afectaciones al turismo», añadió.
Igualmente, reconoció de trascendental cómo en Cuba se asume la ciencia que se hace dentro de la base de ese plan.
«Luchar contra el cambio climático más que una carga es una oportunidad para transformar nuestra forma de pensar y actuar», acotó.
La propuesta cubana tiene como antecedentes las investigaciones que acerca del cambio climático realizó en 1991 la Academia de Ciencias de Cuba. Mas, en 2004 se incrementaron los estudios, tras los impactos negativos causados por los huracanes Iván y Charley.
La implementación de la Tarea Vida precisa de un programa de inversiones que se ejecutará en diferentes periodos de tiempo y que se potenciará en áreas según las particularidades de sus poblaciones, la seguridad alimentaria y el desarrollo del turismo.
