SANTA CLARA, Villa Clara.— La calidad debe distinguir a los bienes que comercializa la industria cubana, enfatizó el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez durante un encuentro con directivos de la Empresa Industrial Ángel Villarreal Bravo, de esta ciudad, que acaba de poner en el mercado un nuevo ciclo eléctrico, el más moderno de los ensamblados hasta ahora allí.
El miembro del Buro Político y Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros subrayó que la buena calidad permitirá a la industria hacerse respetar y lograr reconocimiento social.
Igualmente alertó sobre la necesidad de aplicar variantes para fabricar productos que, sin incurrir en pérdidas económicas, estén al alcance de las personas de menor poder adquisitivo.
Destacó también que el proceso inversionista tiene que estar respaldado por la calidad, y que resulta vital la integración de diversas empresas a fin de lograr la mayor cantidad de componentes necesarios para una producción específica.
El nuevo ciclo eléctrico, del que ya se comercializaron cien en las tiendas recaudadoras de divisas, tiene una autonomía de 70 kilómetros y logra una velocidad de 50 kilómetros por hora, superior a los otros cuatros modelos que ensamblan allí.
Este año se prevén producir unos 5 000 más, precisó David Rodríguez, funcionario de esa entidad. Según informaron los directivos en la empresa villaclareña, está previsto producir en cooperación con otras entidades partes de la carrocería y las cajas eléctricas.
Durante el chequeo de la marcha de las obras de reconversión tecnológica de la Planta de Cloro Sosa, de Sagua La Grande, se informó a Valdés Menéndez que están a un 65 por ciento de ejecución, lo cual implica seis días de atraso de acuerdo a lo planificado.
Sobre esta situación, Roberto Moya Ruiz, director del proyecto, precisó que se puede resarcir el retraso sin comprometer la fecha de terminación prevista para julio próximo.
Esta planta, mejor para el medio ambiente, más eficiente y de mayor seguridad, tendrá una capacidad de producción de 36 toneladas diarias de cloro, y 80 de sosa, y a partir de estos fabricarán hipoclorito de sodio, cloro líquido, ácido clorhídrico e hidrógeno destinados a soldaduras especiales.