Profundo ejercicio de pensamiento colectivo tuvo lugar en la Comisión 2. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:30 pm
Las bases del proyecto del Plan nacional de desarrollo económico y social hasta 2030: propuesta de visión de la nación, ejes y sectores estratégicos, siguieron ganando en hondura y matices en esta segunda jornada de detenidísimo examen.
Los más de 180 participantes, reunidos en la Comisión 2 del 7° Congreso, sostuvieron un profundo ejercicio de pensamiento, en el que miraron con ojos de país el documento que nos acompañará hasta ese calendario.
Varios fueron los ejes definidos, por su carácter meridiano, para articular la propuesta de desarrollo económico y social en los próximos 14 años: Gobierno eficaz y socialista e integración social; Transformación productiva e inserción internacional; Infraestructura; Potencial humano, ciencia, tecnología e innovación; Recursos naturales y medio ambiente; y Desarrollo humano, justicia y equidad.
El argumento que sustentó la decisión, defendió el entendido de que estos ejes están íntimamente imbricados y que son los portadores del contenido cualitativo de las transformaciones que demanda el escenario de convivencia para alcanzar las metas propuestas.
Ajustados a la visión de la nación, en torno a estas líneas estratégicas se establecieron más de 20 objetivos generales y más de cien de tipo específicos.
También en aras de lograr la transformación estructural de la economía, bajo el paraguas de los sectores económicos estratégicos, los delegados e invitados de la Comisión 2, también identificaron este domingo, aquellas actividades con potencial para alcanzar ese propósito de despliegues cardinales y visualizaron el esfuerzo tecnológico, financiero y organizativo que debe acompañarlo.
Herramienta para la acción
El miembro del Buró Político Esteban Lazo Hernández, quien presidió la Comisión, condujo el debate con un tono firme, pero cordial y cercano, que favoreció el diálogo y alimentó el sentimiento de responsabilidad con cada idea hilvanada, defendida.
Como el Informe Central, dijo, que es plataforma de trabajo con alcances políticos e ideológicos, las bases del proyecto del Plan tienen que ser una herramienta para la acción, porque incluyen no solo lo que nos queda por hacer, sino las cosas que teníamos que haber hecho bien ayer.
Durante la reflexión intensa que acompañó la definición del eje Gobierno eficaz y socialista e integración social, la invitada Aizel Llanes, en alusión a la obligación de asegurar un marco institucional adecuado, claro y predecible que permita la mejor combinación de los intereses y acciones de los individuos, colectivos laborales y organizaciones empresariales con los intereses de la sociedad, comentó que ya están actualizadas las normas jurídicas de las 130 políticas aprobadas.
Su mirada se conectó con el objetivo trazado de fortalecer el marco institucional en todas sus dimensiones y el respeto a la ley por todos los órganos del Estado, el Gobierno, los actores económicos y los ciudadanos.
Sobre este mismo eje, la también invitada Amelia Morales aseguró que no se puede pensar solo en la integración de nuestra sociedad, sino también en la de la región, como vía para enfrentar como un bloque sólido a los monopolios que nos circundan.
Con notable lucidez, Alina Vicente razonó que se imponía fortalecer el sistema de control interno y externo, pero también el social, un añadido que fue acompañado por el voto unánime de los presentes en la Sala 8 del capitalino Palacio de Convenciones.
Desde una postura que exacerbó el sentimiento nacional entre los presentes, una delegada de Guantánamo validó la importancia de mantener el reclamo internacional por la devolución del territorio ilegalmente ocupado por Estados Unidos con la Base Naval de Guantánamo.
De esos más de 117 kilómetros cuadrados usurpados a Cuba, comentó que más allá de la causa mayor de que pertenece a los nuestros y de que la actual realidad pone en riesgo la seguridad nacional de la Isla, esa geografía posee propiedades naturales de las cuales se nos priva y que nos permitirían incrementar el desarrollo, como son la bahía de bolsa y otros valores que ostenta Caimanera para el turismo.
Vladimir Rodríguez, representante de la provincia de Granma, estimó que sería conveniente fijar tasas específicas de crecimiento en el párrafo donde se precisa que cumplir la visión de la nación requiere de un alto desarrollo económico y social, con crecimientos de la economía superiores a los alcanzados como promedio hasta 2015.
La propuesta, aunque se comprendió su lógica, no alcanzó respaldo porque lo que es objeto de análisis en esta etapa son las bases para la elaboración del Plan, el cual se prevé concluir en el año 2017.
Tampoco tuvo acogida la idea de Julio Estupiñán, delegado por la provincia de Holguín, de fundir el objetivo de fomentar un alto y sostenido crecimiento de la economía, que asegure el desarrollo, con el que plantea generar empleos suficientes y productivos, ya que se entendió que, por su peso, debía mantener su independencia el propósito de crear empleos.
Alexis Mora, de Santiago de Cuba, defendió su visión sobre la trascendencia de que quedara en blanco y negro el tema de la inocuidad en la articulación entre la agricultura y la industria alimentaria, porque percibía que teníamos una exigencia y cultura insuficientes de ello.
Sobre la necesidad de que se precise la inocuidad de los alimentos, el invitado Joaquín Carvajal ahondó en que ese concepto fue ampliamente debatido en las reuniones previas de consulta de los documentos, pero que se consideró que no era preciso incorporarlo porque existen normas implícitas que la garantizan, por lo que sería redundar.
La idea de Rudny Díaz Duro, delegado por Camagüey, tuvo otro acompañamiento, cuando a mano alzada el auditorio apoyó su percepción de que las zonas costeras no podían faltar en la proyección de asegurar el desarrollo sostenible de las ciudades y regiones rurales y montañosas, en correspondencia con el ordenamiento territorial.
Entre lo cardinal
Como la metodología seguida en estos debates no descuida que los delegados e invitados, aunque estén en una Comisión determinada, puedan hacer aportes y propuestas de modificación a los documentos que analizan las otras tres, en este espacio también nacieron intervenciones que recorrerían ese camino.
Entre estas estuvo la de Rosmery Santiesteban, de Granma, quien pidió no reducir solo el dilema que estábamos enfrentando con el insuficiente reemplazo poblacional a la baja tasa de fecundidad, sino además a la de natalidad.
A partir de su consideración se suscitó un encendido debate, en el que el miembro del Buró Político Ramiro Valdés Menéndez, desde la claridad consustancial que acompaña a quien da seguimiento permanente a varios sectores del país, aseguró que no se puede olvidar que además de los factores culturales, no se incrementa la natalidad por la insuficiencia de viviendas, y porque la industria ligera y la alimentaria no facilitan aún todas las condiciones de vida que incentivarían un cambio en estos indicadores sociales.
Lazo Hernández, igualmente sensibilizado y preocupado por el tema, refirió que en el Anuario de Salud Pública se recoge que en 1970 nació en Cuba casi el doble de personas que en 2015. «Estamos ante el deber de cumplir el programa nacional, aprobado por el Gobierno, para resolver este problema», enfatizó con la contundencia que le caracteriza.
El delegado Joaquín Carvajal se sintió motivado a abundar en que el desarrollo previsto de cara a 2030 tiene como centro al ser humano. «Por ello se reconoce en estos ejes y sectores estratégicos el camino para resolver los problemas de la vivienda, de las ofertas de bienes, del salario… lo cual impactaría en el comportamiento de las tasas de fecundidad y de natalidad. Es imprescindible resolver estos factores incluidos en las bases del proyecto del Plan», subrayó.
En otro punto, Gustavo Cobreiro, delegado por la capital del país, compartió con el auditorio sentirse satisfecho con lo recogido en el eje estratégico dedicado al potencial humano, la ciencia, la tecnología y la innovación, porque implica una revolución en la matriz productiva del país establecer la relación entre la capacidad de generación de conocimientos y de innovación, y el crecimiento y desarrollo económico y social.
Está probado científicamente, describió, que el aporte del personal altamente calificado es positivo, pero experimenta un comportamiento decreciente. «Tenemos decenas de universidades y centros de investigación, más de 1,5 millones de graduados universitarios, miles de doctores…, y cada uno de esos resultados potencialmente deben tener una aplicación».
Igualmente, sostuvo, hay que resolver el problema de la cadena de valor, porque se puede producir una molécula X en una universidad y esta luego pasa al Polo científico que hace la vacuna, y existen incentivos para los que están en estos centros y no así para el que llegó a la molécula. En lo particular, precisó que lo complacía que se reconocieran a las universidades como centros de ciencia que son.
Pidió, en torno a continuar fomentando el desarrollo de investigaciones en el campo de las Ciencias Sociales, incorporar la modificación de prever, y no solo evaluar, los impactos de la puesta en práctica de estos estudios, por la capacidad que tienen de anticiparse. La sugerencia fue respaldada.
El delegado por Pinar del Río Alfredo López disertó sobre el valor estratégico de los portadores energéticos, enfocado en el uso de las fuentes renovables de energía y en la elevación de la eficiencia.
Las bases del proyecto del Plan nacional de desarrollo económico y social hasta 2030, aprobadas por la Comisión 2 con las reconfiguraciones propuestas y aceptadas, serán puestas a la consideración del plenario.