Pensar en el artista y darle un respaldo para mostrar su obra son algunas de las preocupaciones de los jóvenes de la AHS en Ciego de Ávila. Autor: Luis Raúl Vázquez Muñoz Publicado: 21/09/2017 | 06:18 pm
CIEGO DE ÁVILA.— Lo que no se divulga no se ve, aunque exista contra viento, marea y embates burocráticos. Pero la lógica es así: haz bulla, promociona, entera a las personas. Y esta serie de obviedades se convierten en las verdades más palpables cuando se trata del quehacer cultural.
De estos temas y otros avatares se habló en la Asamblea Provincial de la AHS en Ciego de Ávila, donde los jóvenes creadores le «enfilaron los cañones» a la falta de una labor coherente de divulgación cultural, no solo de la vanguardia artística de la juventud avileña sino de la vida cultural de la provincia en general.
Liesther Amador, de la sección de Artes Plásticas, después de agradecer a las instituciones que han colaborado en el acondicionamiento de la nueva sede de la Casa del Joven Creador, señaló que la crisis de divulgación es un problema que afecta las jerarquías culturales y los referentes con que la sociedad compara y toma posiciones ante propuestas tan inocuas —en apariencias— como la música, el videoclip, una serie del paquete o la telenovela de turno.
Lo anterior se pudiera graficar con los hechos vividos por los músicos. José Luis Cantero, de la sección de Música, señaló que hoy en Cuba lo banal y lo simplista está respaldado con dinero. En demasiadas ocasiones, dijo, un artista, con una propuesta interesante, capaz de atraer público, se topa con las barreras financieras.
Además, dijo «ya es normal encontrarse con alguien que te diga: “Tengo un conecto para tal espacio, son tantos CUC” —contó—. Yo estoy en contra de eso, además constituye una señal de que los mecanismos de promoción funcionan incoherentemente con la política cultural. Ahora bien, entre lo que eso cambia, yo digo que el artista debe tener un respaldo financiero para hacer visible su obra ante la sociedad».
Los delegados señalaron que las personas designadas en los cargos responsabilizados con la divulgación cultural deben tener la preparación necesaria para comprender el arte y dialogar con los creadores.
Michel Pérez Abreu, locutor y creador audiovisual, expresó que las situaciones con la divulgación cultural son de antaño y que en la promoción hay falta de sistematicidad. Por otra parte, alertó de lo poco que se aprovecha Internet y las oportunidades que brindan las redes sociales, pues las salas de navegación no poseen la conectividad necesaria.
No obstante, y pese a esas situaciones, una de las premisas es aprovechar los espacios existentes y no esperar por algo que llegará. Jorge Luis Neyra, realizador de la Televisión avileña y miembro de honor de la AHS, exhortó a tener la iniciativa, a tener una mayor actividad y aprovechar los espacios físicos o los ya constituidos si lo nuevo no funciona de la manera debida.
«Entré a la Asociación en Cienfuegos en 1986 —contó. En ese momento lo único que teníamos para divulgar y comunicarnos era un teléfono de disco. Más nada. Y hacíamos una tremenda cantidad de cosas. Para ser de la AHS, en tu currículo tenía que estar la condición de buscaproblemas. Por eso digo que hay que salir a buscar los espacios, a promocionarse uno mismo si lo establecido no funciona».
Richerd Fernández, vicepresidente de la Asociación en la provincia y actor del grupo de teatro Polichilena, exhortó a la membresía a acercarse a la Casa del Joven Creador, sobre todo a los nuevos ingresos, y aprovechar los mecanismos que tiene la AHS y que dan resultados. «No podemos generalizar, hay experiencias positivas, lo que debemos enriquecerlas».
Parte de ese trabajo se aprecia en varios logros de la vanguardia artística juvenil, como son las becas de creación alcanzadas por varios jóvenes escritores y ensayistas avileños, el Encuentro Nacional de Jóvenes Trovadores, Trovándote; la Jornada Teatral Títeres al Centro, organizada por el Grupo Polichilena y que convirtió a Ciego de Ávila en un escenario importante del arte de los títeres.
Pero quizá quien mejor puso sobre el tapete la problemática de la divulgación fue Ariel Gallardo Ruiz, director del grupo Rumbávila. El «Goma» —como lo llaman— con su lenguaje llano y sin afeites dijo: «A mi agrupación la conocen por la gente de La Habana, yo quisiera que la bulla, la divulgación que me hacen en la capital, me la hicieran aquí en Ciego, que es mi tierra».
Contó que los problemas se repiten todos los años con las mismas justificaciones: no hay presupuestos, no hay transporte, el pago por debajo de las necesidades de la agrupación —la cual a veces no tiene instrumentos.
«Yo no quiero que nadie se ponga bravo —dijo. Yo lo que deseo es que todos nos pongamos a pensar juntos. ¿Por qué nosotros, los artistas, tenemos que hacerle el trabajo en Ciego de Ávila a gente que está sentada en las oficinas, que cobra para promocionar y no hace su trabajo? Por eso yo digo que lo primero que hay que pensar es en el artista, en el trabajo que este pasa, y que él lo que quiere es lo mejor para su país».