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José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Partido, y Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, encabezan la jornada final del XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, que en su sesión matutina se concentra en el análisis y discusión del Informe Central.
Entre otros temas, los 1197 delegados debatieron respecto a la sindicalización, la atención al trabajador, las nuevas formas de gestión económica, la batalla contra la corrupción, las ilegalidades e indisciplinas sociales, la política de salario y empleo en el país.
Ulises Guilarte de Nacimiento, Presidente del Comité Organizador del Congreso, en el Informe Central llamó a una mirada autocrítica para que el ejercicio de representación de los trabajadores sea protagónico en la vida laboral.
Las sindicalización es un reto para el trabajo político toda vez que ha cambiado el escenario de concienciación y motivación a la batalla ideológica, de la cual depende la integridad del sistema político, dijo.
La tarea principal del sindicato, especificó, es estimular la producción eficaz a partir de la participación en el enfrentamiento a las ilegalidades y las indisciplinas sociales, que obstruyen la generación de bienes y servicios de calidad.
Respecto al salario, apuntó, que fue uno de los temas más recurrentes en las comisiones de trabajo, expresándose mayoritariamente la disminución real de su capacidad adquisitiva, ante el aumento del precio de los alimentos y los productos de primera necesidad. En ese tópico resaltó que el incremento salarial transitará por el principio de que todas las empresas tienen que ser eficientes: «No será posible aumentar el ingreso de los trabajadores si la empresa no es capaz de financiar este incremento».
Guilarte de Nacimiento expuso, asimismo, el tema de la atención al trabajador y llamó a asumir una conciencia plena de que el sindicato en nuestro socialismo tiene que perfeccionar y consolidar sus funciones refrendadas como derechos y deberes en la constitución del código de trabajo.
Por otra parte, alertó acerca de continuar profundizando en la adecuación del trabajo sindical al nuevo escenario laboral como garantía de la unidad monolítica de los trabajadores en la defensa del poder revolucionario.
Al abordar el tema de la batalla contra la corrupción, ilegalidades e indisciplinas, apuntó que aún no se logra la oportuna combatividad que debe caracterizar a los trabajadores en el rechazo a esas conductas.
«Asumamos en este congreso la alta responsabilidad de interpretar en su integralidad el pensamiento de nuestras bases sindicales, resultado de un fructífero proceso orgánico, caracterizado por una genuina democracia proletaria, de modo que sus acuerdos y proyecciones demuestren la madurez política, el compromiso y la unidad indestructible de los trabajadores junto a la CTC en torno a la Revolución, el Partido, Fidel y Raúl».
