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Mucho antes del triunfo de la Revolución hubo quienes anduvieron a pie o a caballo por entre las lomas de la Sierra, con el apoyo de campesinos de la región, como miembros de la Policía revolucionaria. Fue allí donde se sembró la semilla de ese ejército azul, conformado por hombres y mujeres conscientes del compromiso que amerita salvaguardar nuestra tranquilidad ciudadana y enfrentar el delito.
Cincuenta y cuatro años después de su creación, la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) se nutre de jóvenes comprometidos con su tiempo, esos que un día, tal vez, le preguntaron a un agente si quería ser su amigo o le dijeron a sus padres que deseaban ser patrulleros.
Con el objetivo de elevar el desempeño y la competencia profesional de los distintos procesos vinculados a la labor de la PNR, se requiere nuevos ingresos para completar las fuerzas de la Policía.
Por ello, señala el capitán César Garriga Cruz, jefe del Grupo Provincial de Captación de la PNR en La Habana, es preciso que la población conozca que quienes sean menores de 30 años y tengan el duodécimo grado aprobado (o nivel universitario), pueden aspirar a ser policías, además de las oportunidades laborales y de superación que se les ofrecen.
«Los interesados en pertenecer a nuestras fuerzas pueden elegir entre los cursos de nivel superior y los de nivel medio superior, mediante los cuales también pueden optar por carreras universitarias.
«Entre los cursos de nivel superior, los cuales se estudian en el Instituto Superior del Ministerio del Interior Eliseo Reyes, tenemos distintos perfiles como el de investigador criminalista y cadete de seguridad pública, con especialidades de mando; cadete de menores; Policía Técnica de Investigaciones, e Informática Operativa, en los cuales el estudiante se puede graduar como licenciado en Derecho o Ingeniería en Informática.
«En la Academia de la Policía Mártires de Tarará se pueden cursar los estudios del nivel medio superior, entre los que se encuentran el de Formación Básica Policial o el de Oficial Integral de la Policía, luego de los cuales se puede trabajar en las estaciones como instructor policial, investigador criminalista, oficial de guardia y carpeta o como técnico canino, agente del tránsito y de vigilancia y patrullaje, entre otros perfiles», detalló Garriga Cruz.
«Hasta el 7 de diciembre pasado contábamos con 366 candidatos, la mayoría procedentes de La Habana y, curiosamente, mayor cantidad de mujeres que hombres», destacó el Capitán.
