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SUR DEL JÍBARO, Sancti Spíritus.— Justo al comienzo de la campaña de frío, en la que se prevé cosechar unas 116 000 toneladas del grano, los arroceros espirituanos se alistan para combatir el arroz rojo, maleza considerada como uno de los puntos álgidos para el mejoramiento del rendimiento productivo.
Rolando Saborit Réyez, jefe del Grupo de Investigaciones de la Estación Territorial de Granos Sur del Jíbaro, de La Sierpe, argumentó que el arroz rojo es agresivo para el cultivo, del que se conocen 39 biotipos y muchos de se confunden con el arroz comercial, pues incluso poseen el mismo porte.
A partir del estudio realizado aquí: Prospección, paracterización, umbrales de daño y control del arroz rojo, por el que han recibido capacitación unos 1 500 arroceros del centro y oriente del país, se ha determinado que las afectaciones por esta plaga pueden provocar pérdidas de hasta casi el 90 por ciento de la cosecha.
Cuando esta maleza se mezcla con el arroz comercial en la recogida, y marcha así hacia la industria, su procesamiento afecta la calidad del arroz entero, con el añadido de necesitar un mayor proceso, sostuvo Saborit.
Existen métodos agrotécnicos y químicos para arremeter contra la plaga. En el caso de Sur del Jíbaro se mezclan, en la preparación del suelo con pase de picadora, el regado para la germinación y los químicos totales para la desinfección.
Otras soluciones, como la rotación del ganado, se abandonan en la actualidad, porque mediante la defecación se disemina de nuevo la semilla y provoca una propagación mayor debido a los altos poderes germinativos de esta maleza.
El especialista añadió que en el sector cooperativo se utiliza el método del transplante, que evita un por ciento alto de la germinación del arroz rojo, pero resulta una tecnología muy cara para extenderla a colosos agrícolas como Sur del Jíbaro.
