Barack Obama no ha cumplido su promesa de cerrar el centro de torturas en que derivó la prisión de la Base Naval de Guantánamo. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 05:09 pm
GUANTÁNAMO.— Con el reclamo de la devolución del enclave militar en esta provincia, mantenido ilegalmente por Estados Unidos desde principios del siglo pasado en territorio cubano, y de otros en diversas latitudes del planeta, comenzó aquí el II Seminario de Paz por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras, presidido por María do Socorro Gómes, presidenta del Consejo Mundial por la Paz.
Más de 80 representantes de 36 países, entre estos Cuba, condenaron enérgicamente en el evento la injerencia de las potencias capitalistas en la libre determinación de las naciones, así como las invasiones militares en países como Afganistán, Iraq y Libia.
Los delegados demostraron que las bases militares que países imperialistas mantienen alrededor del mundo constituyen una constante amenaza a la paz y la soberanía de los pueblos.
También trascendieron en este espacio las diferentes modalidades que tienen para la contratación de personal «civil», la cooperación y otras formas encubiertas para mantener una influencia y presencia en nuestros pueblos.
José Ramón Rodríguez, presidente del Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos, insistió durante la apertura del evento en la necesidad de unir las fuerzas para eliminar la guerra, el armamentismo y proteger el medio ambiente, como únicas opciones para salvar a la humanidad.
El apoyo a la Revolución y el reclamo por la liberación de los cinco antiterroristas cubanos presos en cárceles del imperio fueron escuchados en las voces de los presentes.
En el encuentro participaron también miembros del Ejecutivo del Consejo Mundial por la Paz, integrantes de la Brigada Internacional Primero de Mayo y grupos de Puerto Rico y Austria, además de jóvenes extranjeros que estudian en la provincia.
El evento continuará hoy sus sesiones en el municipio de Caimanera, poblado marino que limita con la Base Naval de Guantánamo, impuesta a Cuba desde 1903 mediante la Enmienda Platt, un apéndice introducido a la Constitución cubana. A través de este, el Gobierno de Estados Unidos se atribuía el derecho de crear bases carboneras en la Isla.