Como bien decía el Apóstol, educar es preparar al hombre para la vida. Y es que dotar al estudiantado no solo de los conocimientos que se derivan de los programas de estudios, sino también de herramientas que lo conviertan en un ser humano cabal, ético y culto, debe constituir siempre la principal misión de los profesores cubanos.
Fue esa una de las ideas esenciales que ratificó la Asamblea de Balance de la UJC del municipio capitalino de 10 de Octubre, previa al IX Congreso. Michel Acosta, del prepedagógico René Orestes Reiné, exhortó a los profesores a impartir las clases con calidad con el fin de despertar el interés del alumnado. «El respeto al maestro no se da por decreto, sino que debemos ganárnoslo ante el estudiante y la familia».
El debate se fomentó en torno a la formación vocacional y la orientación profesional de los jóvenes del territorio, los cuales se propusieron aumentar la captación de estudiantes de noveno grado que aspiran a carreras pedagógicas.
Yasmany Morá, de la secundaria básica Manuel Ascunce, consideró que el principal problema a la hora de incentivar el amor por el magisterio en los muchachos de su escuela, es la negativa influencia de algunas familias.
«Estamos enclavados en un barrio de bajos ingresos, razón por la cual algunos familiares no los dejan inclinarse hacia una profesión que en cuestión monetaria no les reportará mucho. Pero si hacemos un trabajo persuasivo, de manera conjunta, entre el comité de base y los diferentes factores de la escuela, podremos sensibilizarlos con la utilidad humana y social de la futura profesión de sus hijos».
Ana Judith Área, primera secretaria del Comité Provincial de la UJC en la capital, advirtió que el comité de base debe exigirle a los profesores que dignifiquen la organización, que los alumnos los vean como ejemplos, no tengan faltas de ortografía, e involucren a las familias en el trabajo escolar.
Otro de los puntos claves en el encuentro fue la calidad de los servicios que hoy presta el sistema de salud en el municipio y la formación de los estudiantes de las ciencias médicas. Ana Margarita Beltrán, del policlínico Louis Pasteur, señaló que los médicos de su centro laboral incrementarán el trabajo con los jóvenes de nuevo ingreso y están dispuestos a donar horas de su tiempo de descanso para su superación personal.
Refiriéndose al caso, Liudmila Álamo, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, enfatizó que los servicios médicos hay que brindarlos con calidad porque la realidad es que «hoy existen pacientes y familiares que se marchan insatisfechos con la atención, cuando el Estado garantiza el financiamiento para mantener los centros hospitalarios abiertos, y eso hay que saber aprovecharlo».