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PINAR DEL RÍO.— Un nuevo objeto acaba de engrosar la valiosa colección de la Casa Museo de los Hermanos Saíz, tras una visita que realizara allí la dirección nacional de la Asociación que tomó el nombre de los jóvenes intelectuales asesinados en 1957 por la tiranía batistiana.
Se trata del primer sello postal que inmortaliza la imagen de Sergio y Luis, el cual fue cancelado con motivo del aniversario 20 de la AHS, hace tres años, y donde aparecen, entre otras, las rúbricas de los miembros del Buró Político del Comite Central del Partido Esteban Lazo Hernández y Abel Prieto; y del primer secretario de la UJC, Julio Martínez Ramírez.
El breve encuentro con Esther Montes de Oca, madre de los dos revolucionarios, tuvo lugar después que se analizara en la cabecera provincial, con la presencia de Félix Ulloa, funcionario del Departamento de Cultura del Comité Central, la marcha del proceso de balance en el territorio pinareño, a unos días de que comiencen en todo el país los debates y las reflexiones en torno a la organización que agrupa a la joven vanguardia artística cubana.
Al decir de Luis Morlote Rivas, presidente de la AHS, uno de los problemas más sensibles detectados, luego de que concluyeran recientemente las reuniones nacionales de los jefes de las distintas secciones, es la falta de estabilidad en los cuadros, lo que hace más vulnerable al equipo de dirección en los territorios. Reconoció que esto ocurre en momentos en que la toma de decisiones debe ser cada vez más colectiva.
En esas asambleas también se hizo evidente la falta de preparación de algunos cuadros que debieran ser los principales interlocutores de la membresía, estar conectados con los artistas más importantes y conocer con profundidad el funcionamiento de la Asociación. «No es posible hacer una labor seria si solo se manifiestan las vivencias personales en lugar de transmitir conceptos y criterios consensuados, que expresen el sentir de los miembros de una organización que ha sido diseñada desde la participación y que ha encontrado su riqueza mayor en la confrontación y en la expresión de criterios, por suerte, no siempre coincidentes».
Aunque es palpable el avance en el funcionamiento orgánico de la AHS, aseguró Morlote, todavía no hay plena conciencia de que no les corresponde a los asociados ocuparse de la producción artística. «Nuestra tarea no es suplantar la labor de los centros e instituciones culturales, y acabar organizando eventos paralelos a los ya existentes, sino integrarnos, dialogar con ellos, trabajar como contrapartida institucional apoyando la promoción y acompañando al talento artístico joven».
El proceso de balance de la AHS se desarrollará entre el 8 y el 24 de abril en cada una de las provincias, para después dar paso al Consejo Nacional Ampliado en la capital, que evaluará el trabajo de la organización durante los últimos tres años, y proyectará las acciones futuras encaminadas a la mejor atención y promoción del arte joven cubano.
