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El sistema cubano de educación especial y el programa de alfabetización Yo sí puedo, son dos de los aportes de Cuba a la inclusión educativa, reveló este miércoles Rafael Bell, director de cooperación internacional del Ministerio de Educación, en el Congreso Internacional Pedagogía 2009.
En una conferencia titulada La educación contra la exclusión, el también Doctor en Ciencias expresó que dichos programas posibilitan la inclusión en la enseñanza de poblaciones generalmente excluidas o en riesgo de exclusión, como los analfabetos y las personas con alguna discapacidad.
«Se estima que en el mundo existen más de 770 millones de personas que no saben leer ni escribir, y más de 600 millones de individuos con algún tipo de incapacidad; de estos últimos, menos del tres por ciento cuenta con atención educativa.
«Eso contrasta con la experiencia y la realidad de nuestro país, que hace muchos años eliminó el analfabetismo, y ha logrado una cobertura prácticamente total de la enseñanza básica, y además, tiene aquellos grupos de poblaciones de niños con necesidades especiales —asociadas o no a discapacidad—, totalmente atendidos en una red de instituciones que cubre todo el país».
Bell explicó que la inclusión educativa de esas personas es un proceso lento. Para lograrlo plenamente hay que identificar y eliminar barreras arquitectónicas, psicológicas e institucionales.
«La principal consideración del momento actual para estos temas —dijo— es la necesidad de su alcance general, de su comprensión como un gran reto de todos los sistemas educativos.
«La inclusión es un gran desafío para ellos, sobre todo por lo que representa en términos de esperanza y de posibilidad para quienes siempre han estado prácticamente afuera, al margen, o no han sido totalmente incluidos en los logros y las realizaciones en nuestros países.
«Hay elementos comunes que comparten la educación especial y los programas de alfabetización. El primero es el clima emocional que debe crearse en el aula, que es determinante. Además, están la elevación del reconocimiento y la autoestima del alumno, y por último, la preparación de docentes y facilitadores, que es primordial».
El funcionario expresó que tanto la alfabetización como la posterior educación básica deben tener una prioridad en la agenda de los gobiernos, si realmente se pretende lograr una verdadera inclusión de toda la sociedad.
Elogió la disposición de Cuba para apoyar a otros pueblos que en los últimos años se han decidido a erradicar el analfabetismo, y recordó que el programa Yo sí puedo se aplica hoy en 28 países.
Alfabetización en Timor LesteTimor Leste desarrolla desde hace algo más de un año una campaña de alfabetización, que ha posibilitado que 15 000 personas aprendan a leer y escribir, gracias a la ayuda solidaria de Cuba, reveló en conferencia de prensa Joao Cancio Freitas, ministro de Educación de la nación asiática.
El dirigente reveló que su país se ha propuesto erradicar el analfabetismo en un período de dos o tres años, para lo cual cuenta con el aporte de 35 cooperantes cubanos.
«Quiero agradecer en nombre del gobierno y del pueblo de Timor Leste —dijo—, por permitirnos mantener una cooperación muy estrecha entre ambos países.
«Siento un gran placer por la posibilidad de estar en este evento Pedagogía 2009, porque estamos aprendiendo mucho, fundamentalmente de la experiencia de los países de Sudamérica y Cuba».
Cancio Freitas señaló que 700 jóvenes de su país estudian en Cuba, la gran mayoría la carrera de Medicina. Algunos ya cursan el cuarto y quinto año de la especialidad.
«Gracias a esta cooperación, dentro de dos o tres años pudiéramos tener mil médicos en todo el país», concluyó.
